El próximo 6 de abril vamos a celebrar por tercer año consecutivo un encuentro diocesano con los adolescentes y jóvenes que se preparan para recibir la Confirmación. Es una buena ocasión para conocerse y para compartir juntos la alegría de ser amigos de Jesús. Para mí es un verdadero gozo pasar este día con los confirmandos, escuchar sus anhelos y esperanzas, y también sus dificultades y peticiones a nuestra Iglesia para poder ser y vivir como cristianos hoy. Y, sobre todo, es nuestro deseo ayudarles a preparar como se merece su Confirmación.

Hemos elegido como lema del encuentro las palabras de Jesús: Venid a mí…. Porque en el centro de nuestro encuentro estará el Señor resucitado para dejarnos encontrar o reencontrar por él.

Si queremos realmente que los adolescentes o jóvenes se preparen para que la acción del Espíritu Santo en su Confirmación caiga en tierra buena y preparada, el primer objetivo de su preparación debe ser ayudarles a avivar y madurar su fe en Cristo, es decir, a descubrir y conocer a aquel que es el salvador del mundo. Pero, ¿cómo provocar el deseo de encuentro con Jesucristo vivo en aquellos que, habiendo sido bautizados de niños y recibido la primera Comunión, no han tenido formación en la fe y han vivido distanciados de la comunidad eclesial? Contando siempre con la ayuda de la gracia, hemos de tener en cuenta varias cosas. En primer lugar se trata de ayudar a cada adolescente y joven a decidirse personalmente por Cristo para vivir unido a él. Además es necesario que el acompañamiento sea personalizado, lo que no excluye la reuniones y actos catequéticos en grupo, que son siempre necesarios. Y, finalmente, este proceso ha de llevarse a cabo dentro de la comunidad cristiana parroquial. A todo ello quiere ayudar nuestro encuentro. Padres, catequistas y sacerdotes: animad a nuestros confirmandos a participar.

*Obispo de Segorbe-Castellón