El próximo viernes, día 27 de septiembre, se reconoce de forma simbólica --y a nivel internacional-- la importancia del turismo. Es un sector que, con una demanda muy poco elástica, ha sido capaz de ser motor de desarrollo en sociedades subdesarrolladas y motor de crecimiento en países de todos los continentes.

En nuestro país es uno de los sectores más estratégicos y, concretamente, en la Comunitat Valenciana, supone más del diez por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), cifra suficientemente significativa para que se atiendan sus necesidades y planificación como prioritarias.

Es un sector suficientemente importante para que se regule con una legislación actualizada, que resuelva y atienda las necesidades del mismo, de los agentes que lo hacen posible; considerando como una de las cuestiones importantes a resolver, la revisión del sistema de fiscalidad y financiación de las administraciones locales que, valga la redundancia, administran los servicios para atender a quienes nos eligen para sus estancias o visitas.

Y no sirven soluciones aisladas y no transversales, cortoplacistas y no a largo plazo.

La semana próxima celebraremos una jornada por el sector que, a pesar de ser sistemáticamente denostado por algunos, nos posiciona como uno de los primeros países del mundo en la recepción de visitantes.

ES LA SEGUNDA actividad económica, en volumen de negocio, del mundo y España es uno referente mundial.

Apostando por nuestra experiencia, atendiendo a nuestra capacidad de carga e invirtiendo en formación y calidad que reviertan en el incremento de nuestra competitividad vamos a conseguir seguir siendo pioneros en un sector que es muy cambiante.

La mayor experiencia del turista, las nuevas tecnologías y la profesionalización de otros destinos emergentes hacen que el nuevo escenario del nuevo siglo, para el sector, nos exija invertir no sólo recursos, sino esfuerzos de planificación estratégica en materia de inteligencia turística. Estamos en ello.

Pero debemos creernos que somos referente, que podemos consolidarnos y crecer, tendiendo hacia un turismo más sostenible y más eficiente.

Todo ello pasa, necesariamente, por trabajar desde la administración escuchando al sector.

Escucho últimamente algunas voces que quieren imponer tasas como si fuesen la varita mágica que va a resolver problemas que solo van a poder afrontarse de forma transversal y estratégica; escuchando a los principales actores implicados en el propio sector y creyendo que, con inversión, planificación y la actualización del marco regulatorio, vamos a ir a más, a mejor.

*Alcalde de Peñíscola