Durante todo un año, las asociaciones de vecinos/as, formadas por cientos de voluntarios/as, organizan diferentes actividades culturales, deportivas, sociales y un largo etc. para y por nuestros/as ciudadanos/as.

Llegan los meses de verano y somos menos: nos vamos de vacaciones, pero las asociaciones seguimos estando ahí. Llevamos trabajado meses para poder hacer llegar a los/as vecinos/as de nuestra ciudad unas fiestas de barrio o una jornada vecinal. Este es uno más de nuestros objetivos: el disfrute, la alegría y la convivencia de todos/as. Tan necesario como el resto de actividades.

He visitado, un año más, las fiestas de diferentes puntos de nuestra ciudad, del casco urbano y de los barrios periféricos, y siempre encuentro a adultos/as gozando de todo ello. A niños/as con sus manos llenas de colores de haber participado en un concurso de dibujo.

En las fiestas del Grupo Roser, en un círculo hecho con sillitas, personas mayores sentadas, me dijeron: “Filla, nosaltres ja no podem anar a les festes de la Magdalena, som molt majors, aquestes són les nostres festes”.

¿De quién depende que nuestros mayores sigan disfrutando de sus fiestas y de que los niños/as sigan teniendo sus manos llenas de colores? De todos/as.

Los que ya llevamos años en esto necesitamos que los más jóvenes nos releven y que nuestros gobernantes que nos faciliten la labor. Papeles de ida y vuelta, solicitud de permisos, trámites, tramites y más trámites ¿Se deben de hacer? Unos sí y otros son pura y dura burocracia inservible, que hace perder el tiempo y las ganas.

Muchos de nuestros políticos no conocen estas fiestas o jornadas. Normalmente, siempre nos visitan los mismos; a estos gracias por compartir con nosotros/as y otros/as no están o mejor dicho, no han estado nunca.

Desde las asociaciones vecinales sí seguiremos luchando para que nada de esto se pierda. Para que mayores, jóvenes y niños interactúen divirtiéndose y conviviendo. H

*Pta. AAVV Cardenal Costa y Adyacentes