El conocimiento constituye hoy la principal base del ejercicio de la ciudadanía, de la generación de riqueza y bienestar de las personas y los pueblos. Quien no accede al conocimiento tiene menos oportunidades de participar en la vida económica, social y cultural; disminuye sus opciones de integración social y tiene escasas posibilidades de mejorar su empleabilidad. No acceder al conocimiento afecta también las oportunidades del país para sostener el crecimiento, mejorar su competitividad y asegurar prosperidad como sociedad.

Desde mediados de los 90 se inicia en la Comunidad Europea una reflexión que ha ido vinculando fuertemente el concepto de sociedad del conocimiento con el de aprendizaje a lo largo de la vida. A comienzos del año 2000 dicha Comunidad estableció como objetivo estratégico “convertir la Unión Europea en la sociedad basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo”. Lo interesante es que la estrategia para lograr esto consiste en desarrollar la enseñanza y la formación, para ofrecer oportunidades de aprendizaje para cada ciudadano en todas las etapas de su vida, en congruencia con el objetivo de promover la empleabilidad y la integración social mediante la inversión en los conocimientos y las aptitudes de los ciudadanos, crear una sociedad de la información para todos y favorecer la movilidad.

Comienza a quedar atrás la concepción del aprendizaje como un proceso lineal y progresivo, focalizado en la infancia y la juventud, y excepcionalmente, en la edad adulta; para dar paso a una concepción que otorga mayor centralidad al conocimiento y protagonismo del adulto, reconociendo y valorando un amplio espectro de necesidades de aprendizaje, con independencia de su momento vital y de la manera cómo esos aprendizajes fueron logrados.

Obviamente, los perfiles personales y académicos que definen a los estudiantes que acceden por la vía de mayores de 25, 40 y 45 años son diferentes de los de aquellos estudiantes que proceden de la Educación Secundaria. Por esto, la Universitat Jaume I da una respuesta a estas necesidades, facilitando la formación y adaptación de estos estudiantes.

De esta manera, actualmente desde la Unitat de Suport Educatiu (USE) de la Universitat Jaume I, se desarrolla un programa de asesoramiento e información con dos grandes áreas de intervención; por un lado la atención a los centros de Formación de Personas Adultas y por otro, la atención individualizada con los estudiantes que desean acceder a la universidad por alguna de estas tres vías.

Pero ¿quiénes pueden acceder por estas vías?. Los requisitos de acceso son muy concretos, por una parte ser mayor de 25, o de 40, o de 45 años; y por otra, no tener ninguna titulación que les habilite para acceder directamente a la universidad.

Ahora bien, ¿la forma de acceso es la misma para todas las vías? NO. Así los que acceden por mayores de 25 y 45 años tienen que hacer unos exámenes que incluyen diversas materias como: comentario de texto, idiomas, valenciano…etc. Mientras que los de 40 años, el acceso se lleva a cabo a través de la valoración de su experiencia laboral en relación con la titulación que deseen cursar.

El proceso de acceso, empieza con la matrícula, así ésta debe realizarse entre el 8 y 19 de febrero. Y, los exámenes se llevarán a cabo el 23 y el 30 de abril.

Para dar respuesta a lo anterior, la UJI, pone a disposición de los aspirantes, una página web dedicada al acceso de estas personas, en la que se encuentra información relevante, como: horario y lugar de los exámenes, materiales para prepararlos, exámenes de convocatorias anteriores etc, También hay que destacar la GUIA para presentar la documentación para los que aceden por mayores de 40 años.

Un aspecto a resaltar es que la UJI, no solamente ofrece información y apoyo antes de entrar, sino también, una vez el estudiante empieza a cursar el grado. Desde la USE se ofrecen dos programas que son especialmente interesantes para este perfil de estudiantes. El Programa de Acción Tutorial Universitario (PATU), en el que un alumno del grado de cursos superiores tutoriza a un alumno de nuevo ingreso. Ello, es especialmente relevante ya que facilita la adaptación del estudiante novel a la vida universitaria en todos sus ámbitos. Y, el Programa de mejora tu rendimiento académico. Este va dirigido a facilitar a los estudiantes estrategias de estudio que le permitan abordar las distintas casuística que como estudiante universitario se le pueden plantear, tales como, la gestión del tiempo, la planificación de los exámenes, pautas para abordar distintos tipos de evaluación: tipo tests, desarrollo, oral. etc.

Finalmente, es importante conocer los recursos de información que posee la UJI, tanto en la etapa previa a la entrada a la universidad, o cuando ya se es universitario. De este modo, encontramos Infocampus, donde atienden tanto personalmente, a través del correo electrónico o por teléfono. También se puede utilizar la “bustia” ( el enlace se encuentra en la página principal de la UJI), donde puedes llevar a cabo cualquier tipo de consulta .

En definitiva, siguiendo los principios del Modelo Educativo de la UJI, ofrecemos una formación académica adecuada a las necesidades que presentan las personas que acceden a la universidad a través de cualquier vía, al tiempo que potenciamos su desarrollo personal. Todo ello, favorecerá la inserción de estos estudiantes en la sociedad de una manera real y efectiva. H

*Director de la Unitat de Suport Educatiu de la UJI