En este Año Santo de la Misericordia no podía faltar la Jornada del Jubileo en las cárceles. Las puertas de los centros penitenciarios no pueden excluir de los beneficios de este acontecimiento a quienes deben transcurrir en ellos parte de su vida. El papa Francisco desea que nadie quede excluido del encuentro con la misericordia de Dios y de ganar la indulgencia plenaria: los sanos y válidos lo harán peregrinando a las iglesias jubilares; quienes estén impedidos para hacerlo por edad o enfermedad podrán hacerlo en sus casas, residencias y hospitales. Y quienes están privados de libertad, en las cárceles.

Como Iglesia diocesana no podemos privar de una celebración especial de este Jubileo a estos hermanos y hermanas que se encuentran privados de libertad. Ya lo hicimos en el centro penitenciario de Albocasser, el pasado día 11 de diciembre, en una entrañable celebración. También en la cárcel de Castellón celebraremos el Jubileo el próximo domingo, día 24, donde, al contar con capilla propia, abriremos la Puerta Santa.

Pensando en vosotros, queridos presos y presas, mi primer deseo es que la misericordia de Dios encuentre acogida en vuestro corazón. A pesar de vuestros delitos, por graves que pudieran ser y por los que estáis privados de libertad, os digo: Dios os sigue amando y se acerca a vosotros: Dios os perdona, si, arrepentidos de corazón, le pedís perdón y acogéis el abrazo de su misericordia. El perdón de Dios y la indulgencia os dará la paz necesaria para llevar con serenidad los duros momentos de vuestra privación de libertad.

La misericordia de Dios se os ofrece para que produzca abundantes frutos de bien. Dios quiere salvar a todos sus hijos, especialmente a aquellos que, habiéndose alejado de él, buscan el camino del retorno. H

*Obispo de Segorbe-Castellón