El escritor Manuel Vicent nos evocaba estos días en su columna de El País sus recuerdos de veraneo en una sencilla casa de primera línea de playa que tras más de un siglo de existencia ha resistido todos los envites del Mediterráneo «gracias a su sencillez y humildad, de la que deriva su increíble fortaleza».

Los vecinos de Nules nos hemos sentido absolutamente identificados con la magistral descripción de nuestro coterráneo Manuel Vicent, pues hay que experimentar las sensaciones de vivir frente al mar con humildad y sencillez para entender el valor etnológico centenario de las casas de primera línea de playa de Nules, Les Casetes, y la armonía con que estas casas coexisten con nuestro mar.

A pesar de la degradación crónica que padece el litoral de Nules desde la construcción del puerto de Burriana en los años veinte del siglo pasado, y de la virulencia de la borrasca Gloria, Les Casetes de la playa de Nules no han sufrido ningún daño destacable. Ahí están, con su sencillez y fortaleza, venerando durante casi un siglo a nuestro mar Mediterráneo, a pesar de las políticas restrictivas que vienen sufriendo, y del abandono y desprotección de la costa por parte de las administraciones públicas competentes.

NO OBSTANTE, esta deficiente protección de nuestra costa sí que viene causando severos daños en nuestro litoral y que ha provocado en los últimos noventa años la pérdida de más de 190.000 m2 de término municipal de Nules junto al litoral, incluyendo su barrera de dunas móviles que es un ecosistema crítico y siempre respetado por los nulenses, y que resulta imprescindible recuperar a través de la protección y regeneración de nuestra costa.

Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Generalitat Valenciana, ¿a qué esperan para defender el litoral de Nules, a que se pierda completamente el ecosistema litoral y arrase con nuestro patrimonio vivo? No prioricen sus actuaciones de defensa del litoral atendiendo solamente a los intereses económicos, causante muchas veces de impactantes especulaciones urbanísticas, consideren también en sus prioridades los otros dos pilares del desarrollo sostenible en el que se afirma la playa de Nules: el ambiental y el sociocultural. Defiendan también lo humilde, lo sencillo, lo que tiene un fuerte componente cultural e histórico frente a esa codicia del tsunami económico, sean congruentes con sus valores y creencias. En sus políticas coherentes depositamos los vecinos de Nules nuestra confianza, nuestro legado y nuestro futuro.

Directiva de la Asociación de Vecinos Virgen del Carmen de Nules