Tras un mes de Agosto en que los dimes y diretes de los portavoces de los distintos partidos políticos en nuestro país, han sido los protagonistas en los medios de comunicación, el colofón ha sido la no investidura de Mariano Rajoy como presidente de un nuevo gobierno español. Esto era algo ya preanunciado, pero exceptuando las condiciones de Ciudadanos aceptadas por el PP, las posiciones no han cambiado un ápice.

El forzar al líder del PSOE, Pedro Sánchez, a abstenerse, no es bueno, puesto que los votantes afines a este partido político han basado su voto en un programa electoral, debidamente expuesto, con lo cual hacer algo no previsto en el programa sería considerado como una traición política al electorado.

Otra cosa es que el PP hubiese considerado la situación y a la vista de los resultados electorales, hubiera decidido cambiar al candidato a la presidencia y el compromiso formal de que los actuales ministros en funciones no iban a formar parte del futuro gobierno gobierno, con lo cual se obtenía la sensación de que se habría producido un cambio como consecuencia de una reflexión por parte de los líderes del partido más votado. Pero no. Al parecer la intención es que todo siga igual y con eso es con lo que una mayoría de españoles no está de acuerdo, a pesar de los grandes perjuicios que esta inmovilidad política está causando a nuestro país. H

*Secretaria provincial Derechos Civiles PSPV de Castellón