Yo sería Presidente del Gobierno y tengo que reconocerle que sería un Presidente del Gobierno que no dormiría tranquilo por la noche, junto con el 95% de los ciudadanos de este país que tampoco se sentirían tranquilos». Estas fueron las palabras textuales del señor Pedro Sánchez el pasado 20 de septiembre en una entrevista de televisión al referirse a un posible gobierno de coalición con Podemos. Palabras que ha tenido que tragarse tras su abrazo con el líder del partido que le producía pesadillas.

El Pacto del insomnio nos ha costado unos cuantos millones de euros a todos los españoles y si el PSOE no vuelve al constitucionalismo y rectifica, nos costará aún muchos más millones y disgustos. Hace justo una semana, Sánchez e Iglesias pusieron fin a su particular tragicomedia entre el ohhh de los periodistas y la indignación de los ciudadanos. Lo que no quisieron hacer en seis meses, sorprendentemente lo rubricaron en 48 horas. Al final, no nos faltaba razón había una banda y todo era cuestión de tiempo o de escaños. Porque los milagros en política no existen. Existen los intereses partidistas.

Un acuerdo perjudicial para los españoles. Un acuerdo que llega en el peor momento posible con una recesión pisándonos los talones, con las peores cifras de paro desde 2012 y con Bruselas tirándonos de las orejas. ¿La solución? Entregarle España a los populistas y, veremos, si finalmente también a los separatistas y los amigos de Otegui. Quien lo hace una vez, lo hace dos, tres y cuatro. No hay ninguna duda, de que el único objetivo del Presidente en funciones siempre ha sido gobernar a toda costa, aunque por ello tenga que pasar las noches en vela.

En Ciudadanos lo hemos dicho alto y claro. Hay alternativa a este Gobierno. Y la alternativa pasa por poner en marcha pactos de Estado entre PP, PSOE y Ciudadanos. Urge modernizar a este país hacia el siglo XXI sin depender de extremismos ni radicalismos. Los cambios siempre han venido del centro y nosotros vamos a pelear por ellos, pese a quien le pese.

SOMOS MÁS necesarios que nunca y lo demostraremos. Queremos salarios dignos, que nuestros jóvenes se puedan emancipar y formar la familia que ellos deseen o que nuestros mayores sean recompensados como se merecen tras años de sacrificio trabajando. También que la sanidad sea igual para todos y que nuestros hijos puedan estudiar sin que nadie les imponga ni el dónde ni el qué, sino con el objetivo prioritario de lograr la excelencia.

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Esta servidora ni la ha perdido ni la va a perder porque está convencida de que Cs es el mejor proyecto para España. Con esta motivación, seguiré trabajando desde Benicàssim y la Diputación. Siempre con humildad, dedicación y con la conciencia de estar cumpliendo con mi palabra y que me permite, en mi caso sí, dormir tranquila.

*Portavoz de Ciudadanos en la Diputación y concejala del Ayuntamiento de Benicàssim