Vinaròs padece desde de junio al único alcalde de Podemos en Castellón. La catástrofe electoral del PSOE obligó a los de Pedro Sánchez a entregar la alcaldía de la quinta localidad de la provincia a los de Pablo Iglesias y desde entonces los despropósitos se suceden.

El actual alcalde, el de Podemos, se subió el sueldo un 60% respecto al anterior que no era otro que quien les habla. Para compensar el pacto tripartito se empezaron a repartir dedicaciones parciales, 5, hecho nunca visto. El plan de emergencia social sigue sin ser ni tan siquiera un borrador pero desde agosto todos los vinarocenses tenemos una zona azul ampliada por decisión del gobierno tripartito. La censura ha llegado al medio de comunicación público de Vinaròs, el Setmanari Vinaròs, que edita el ayuntamiento desde 1957 y que en democracia nunca tuvo un reglamento tan de épocas pasadas. Si a todo esto sumamos grandes anuncios que han acabado convertidos en pufos, los engaños con la auditoría de cuentas y la subida del IBI en un 10%, junto con las restricciones para acceder a bonificaciones a las familias numerosas y los comercios, es lógico entender los motivos de la dimisión de una concejala de Podemos diciendo que el gobierno no cumple con lo que dijo y hace lo contrario de lo que decía. Despropósitos que van sumándose día a día y que demuestran que los pactos entre partidos radicales, sin proyecto y fracasados en las urnas no son buenos, ni para Vinaròs ni para España. Que tomen nota algunos. H

*Diputado provincial