Constantemente nos bombardean con mensajes apocalípticos sobre nuestro futuro económico, generando una sensación de impotencia irreal, pero que consigue no solo el desanimo de algunos si no la inmovilidad de muchos.

Es cierto y obvio que atravesamos un momento delicado y claramente nuestros representantes políticos elegidos libremente, obstentan un gran poder para conseguir que esta situación cambie, pero olvidamos de nuevo la capacidad para invertir cualquier tipo de situación que la fuerza de la ciudadanía posee, eso sí, con los canales de información bien repletos y la ayuda de las administraciones locales al servicio de sus vecinos. El reciclaje es una de estas situaciones que podemos cambiar.

La cultura del reciclaje sintetiza el reto al que se enfrenta la sociedad del siglo XXI ante los problemas actuales de tratamiento y eliminación de los residuos generados en nuestras actividades diarias.

Desde COASVECA hace tiempo venimos reclamando una mayor atención al reciclaje de los residuos de nuestra ciudad, publicitando la necesidad de hacerlo correctamente y bonificando a aquellos que hicieren un correcto uso de los contenedores.

Son muchos los vecinos que dicen “para qué voy a reciclar, si voy a pagar lo mismo de tasa de basura...”. Pues bien, está en juego no sólo el medio ambiente y con ello la importancia como para tenerlo en cuenta e incidir en la cultura del reciclaje, sino también es importante porque un pequeño gesto como es reciclar, supondría un ahorro considerable para las arcas municipales, ahorro que se vería reflejado en los bolsillos de todos los castellonenses responsables y en el aumento de actividades que ahora quedan relegadas por falta de fondos.

Hoy en día, según datos oficiales, no reciclar nos está costando cientos de miles de euros a los castellonenses, lo que equivale a una buena parte de los recortes que se ha hecho en servicios básicos como son la educación de nuestros hijos o la salud de todos. A modo de ejemplo, entre el 5,5 % y el 8% de la basura orgánica que llega a la planta de reciclaje, podría haberse reciclado y revertir al Ayuntamiento para reutilizarse. Y suponiendo que si entran unas 150.000 toneladas de basura a la planta y la mitad fueran del Ayuntamiento de Castellón (unas 75.000), el 8% serían 6.000 toneladas. Que traducido a euros, se podrían destinar a necesidades e infraestructuras básicas.

Es necesario, en ocasiones, ir más allá del simple tirón de orejas, ya que dentro de la ciudadanía hay quien se motiva más a la hora de concienciarse cuando se le toca el bolsillo, bien para pagar ó bien para bonificar, por esa razón desde la Federación Coordinadora de Entidades Ciudadanas de Castellón venimos haciendo hincapié desde hace varios años, tanto al anterior equipo de gobierno como al presente en la puesta en marcha del programa Cuanto más recicles, menos pagas.

Esta campaña ya la están ofreciendo en muchos municipios del país y sobre todo se ha implantado en buena parte de Europa con un gran éxito. Consiste en que el ciudadano que recicle, se vea recompensado a través de bonificaciones y descuentos a la hora del pago de los impuestos municipales, es decir, cuanto más recicles menos IBI, basuras,etc pagas, al aplicar descuentos en tus recibos proporcionales a la bonificación que te pertenezca.

La democracia responsable no se nutre solo de gestos como depositar nuestro voto en una urna cada 4 años, o de manifestarnos cuando algo no nos parece bien, distribuir los residuos de manera correcta no sólo es un gesto higiénico con el planeta si no solidario con todos nosotros, sobre todo con nuestro futuro, el cual se ve comprometido cada vez que alguien decide no aceptar su responsabilidad para con los demás. Resumiendo, no dejemos que nuestra basura ensucie y recorte nuestro futuro, tenemos derecho a una ciudad limpia y económicamente saneada pero también la obligación de hacer cuanto esté en nuestra mano para conseguirlo, así qué... ¿reciclas o pagamos? H

*Presidente de la Federación Coordinadora de Entidades Ciudadanas de Castellón (COASVECA)