Fue una de nuestras promesas electorales. Ha llegado el momento y hemos pasado de las palabras a los hechos. La ley de eutanasia ha entrado ya en el Congreso y será la primera ley que se apruebe en esta legislatura. El Gobierno progresista de coalición de España gobierna desde el primer día. Ahí está el aumento histórico del Salario Mínimo a 950 euros, la subida del 2% al sueldo de los funcionarios o la revalorización de las pensiones, entre otras medidas.

Después de meses de bloqueo político, es la hora también de legislar y de abordar los problemas que nos plantea la ciudadanía. Hemos de escuchar a la calle y cumplir la palabra dada, como nos comprometimos con nuestras vecinas y vecinos. Por eso, la primera ley que entrará en vigor antes de que acabe el año será la de permitirá a los españoles una muerte digna. El primer pleno ordinario de esta XIV Legislatura de la democracia ha iniciado ya su tramitación.

Una Ley que reconoce un derecho, no una obligación. Así, la ley de eutanasia regula el derecho individual subjetivo de las personas que, sin estar en un proceso abocado a una muerte inminente, sufren una enfermedad grave, crónica o invalidante que les produce sufrimiento insoportable y por ese motivo deciden solicitar y recibir la ayuda para morir anticipadamente. Da seguridad jurídica a los profesionales que participan en ese proceso y regula la objeción de conciencia. Lo que hasta ahora era un delito, dejará de serlo.

Nuestros mayores, nuestros enfermos, tienen derecho a vivir dignamente y a morir dignamente, sin sufrimientos, cuando la medicina ya no puede hacer nada por ellos. La sociedad en general y los muchos afectados en particular nos están esperando. No hay tiempo que perder. España debe dar ese paso y reconocer el derecho a una muerte digna, un derecho legislado desde hace años en países de nuestro entorno.

Esta ley no es un capricho, es un avance más en la consolidación de los derechos y libertades civiles de los españoles que siempre han llegado de la mano de los gobiernos socialistas.

Lo que se persigue no es otra cosa que poner fin al sufrimiento humano con libertad y autonomía, preservando la integridad física y la dignidad de las personas y no obligarles a vivir en malas condiciones.

Defendemos un derecho sobre el que hay un amplísimo consenso social y una demanda para que sea reconocido y se pueda ejercer con todas las garantías. Defendemos la vida, pero no la obligación de vivir de manera indigna cuando se erosiona la integridad física o moral.

La derecha y la ultraderecha se oponen con argumentos demagogos y vergonzantes, repugnantes. Olvidan que es una ley para que la utilice quien lo desee, porque de eso se trata, de dar derechos a la gente. Ellos no entienden los derechos para todos y menos para quienes son más vulnerables.

Derechos como ya pasó con la ley del divorcio hace décadas, la ley del aborto o la ley del matrimonio homosexual. Todas ellas, leyes constitucionales que la derecha intentó dinamitar. Una vez más volverán a fracasar.

Ser patriota y defender la Constitución no es solo envolverse en la bandera para esconder la cartera. Es también cuestión de dignidad. Dignidad humana, sí, humana, para poder poner fin al sufrimiento incurable con libertad, como nos recuerdan las palabras de Maribel, enferma de Alzhéimer: «El día que empiece a olvidarme de amar, quisiera dejar de vivir».

Después de años de espera y varios intentos fallidos, los españoles tendremos reconocido en unos meses un nuevo derecho para evitar los sufrimientos innecesarios. Porque la gente también tiene derecho a morir dignamente. Por eso vamos a aprobar una ley de eutanasia, por los que la necesitan y por sus familiares y amigos.

El PSOE, una vez más y ya son muchas, vuelve a ser pionero en la defensa y la promoción de los derechos sociales y de las libertades personales de la ciudadanía española.

*Portavoz adjunta Grupo Socialista y diputada por Castellón