Begoña Carrasco acaba de cumplir un año como presidenta del PP de Castellón. Un año «duro, de cambios y de mucho trabajo», para recuperar la confianza de los castellonenses. Su objetivo es volver a conectar con la gente, poner los pies en el suelo para que el partido vuelva a despegar, y seguir liderando un proyecto ilusionante que les devuelva la gobernabilidad en Castellón.

--¿Cómo valora su primer año como presidenta de la junta local del PP de Castellón?

--Ha sido un año muy intenso. Cuando echo la vista atrás estoy orgullosa del camino recorrido, porque ha sido un año positivo por los cambios que hemos introducido, pero duro. Tras haber ganado las elecciones, porque fuimos el partido más votado, teníamos que adaptarnos a no gobernar, a pasar a la oposición después de muchos años de gobierno, y teníamos que reestructurarnos. Había que montar equipo en el Ayuntamiento y en el partido. Estoy satisfecha.

--¿Qué objetivos se marcó cuando tomó el testigo de Bataller, cuáles ha alcanzado y cuáles tiene todavía pendientes?

--El objetivo cuando armamos el grupo de la oposición con los concejales del Ayuntamiento era estar permanentemente en la calle y escuchar a los colectivos y a todas y cada una de las personas. Por eso abrimos la oficina de atención al ciudadano como grupo político. En el partido, abrimos la oficina de atención al afiliado, para estar más cerca de la gente. El objetivo es recuperar la confianza de los castellonenses. Lo que nunca debimos perder.

--¿El PP ha recuperado esa confianza de los castellonenses?

--Poco a poco vamos mejorando.En las anteriores elecciones las siglas se nos llevaron por delante a todos, a los buenos y a los malos alcaldes, a los buenos y malos políticos, por el tsunami de la corrupción. El reto que nos marcamos era tratar de cambiar la imagen que la gente tiene de los políticos y acercarnos más a la calle. Creo que las cosas van bien. Al principio eran más reticentes, pero ahora son los ciudadanos los que se ponen en contacto con nosotros. Solamente había que dejar gestionar al bipartito. Cada vez hay más gente más decepcionada con el gobierno que se acerca a la oposición a ver si podemos solucionar sus problemas.

--Los militantes del PPCV podrán elegir, por primera vez, a su presidente en el congreso. ¿Al PP le hacía falta abrirse a la sociedad?

--Mucha falta. El partido tiene que abrirse a los afiliados y a la calle, y no ser endogámico. Tenemos que volver a conectar con la gente y eso se hace poniendo los pies en la calle, nunca despegando los pies del suelo, como creo que pasó. Me alegro mucho y valoro positivamente esta actitud. Fue un compromiso de Isabel Bonig y ha cumplido su promesa.

--¿Ese proceso se trasladará a Castellón? ¿Se presentará a la reelección como presidenta local del Partido Popular?

--Por supuesto. Me voy a presentar, claro que sí, y espero tener el respaldo de los afiliados, no solo para mí, sino para el equipo. A principios de abril es el congreso autonómico, luego llegará el provincial, calculamos que en mayo, y espero que antes del verano sea el local. Será un congreso abierto, plural, participativo, donde esperamos que cada uno pueda aportar las ideas que quiera. Que sean propuestas valientes y válidas para mejorar y, sobre todo, para la ciudad de Castellón.

--¿Y habrá renovación o regeneración si usted resulta elegida?

--Hace ahora un año que soy presidenta. Lo primero que hice fue cambiar todo el comité de dirección. Nosotros ya hemos efectuado los cambios. Y este comité de dirección está funcionando. Estoy muy satisfecha del trabajo realizado por todo el equipo y tampoco puedo adelantar ahora cuál sería el equipo porque la candidatura es más extensa cara al congreso. Yo solamente hice los cambios en la estructura de arriba, 11 cambios, y estoy satisfecha con el trabajo. Somos 12, yo les llamo los 12 magníficos. La intención de las variaciones fue la regeneración. No esperé, sino que directamente los hicimos. Pese a eso, aún hay que acometer más cambios. No se trata de renovar por renovar ni de poner solo gente joven. Hay que aunar juventud y experiencia y meter a gente que tenga ganas de trabajar y dejarse la piel por Castellón.

--Usted que ha estado en el equipo de gobierno, ¿cómo lleva ser oposición?

--Si dijera que no ha sido un año difícil mentiría. Ha sido un año duro, de adaptarse a los cambios, pero muy formativo. Estamos aprendiendo latín. La verdad es que me está curtiendo mucho y creo que todo el mundo que aspire a ser algo o a algún cargo debería de pasar por la oposición, porque aprendes lo que no sabías. Te obliga a conocer más en profundidad tu ciudad, los problemas que tiene. Nosotros lo hemos llamado ruta ciudadana o ruta social, que es estar continuamente en la calle para escuchar a los vecinos, que son al final los que te van marcando por dónde sienten que deban ir las necesidades de Castellón.

--¿Cuál es su hoja de ruta para que el PP vuelva a gobernar en Castellón?

--Para recuperar la gobernabilidad lo primero que hay que hacer es recuperar la confianza de los ciudadanos y eso pasa por escucharles y por no prometerles cosas que sabemos que no vamos a poder cumplir. Hay que mirarles a los ojos y darles lo que necesitan, sabiendo qué se puede llevar a cabo, no como el bipartito, que está decepcionando a la gente porque prometió cosas a sabiendas que no las cumpliría.

Gobernar de nuevo Castellón pasa también por tener un proyecto sólido para la ciudad. Un proyecto de futuro que ilusione a la gente. Gobernar no es gestionar el Ayuntamiento, que ya funciona con los fantásticos funcionarios que tiene. Gobernar es tomar las decisiones acertadas. Estamos preparados para recuperar la alcaldía de Castellón.

--Desde la oposición, ¿cómo valora la gestión del bipartito?

--Mucha pose, mucha foto y mucha propaganda, pero pocos hechos, poca gestión, y la que hacen es caótica. Prometieron muchas cosas a la gente que no están cumpliendo y por tanto les están decepcionando. Los castellonenses lo que están sufriendo con este bipartito es decepción.

--El Pacte del Grau entre PSPV, Compromís y Castelló en Moviment, ¿llegará vivo a las próximas elecciones? Esta misma semana se ha producido un hecho insólito en el pleno al quedarse el PSPV solo en una votación.

--No está vivo ya, solo está para lo que les conviene. Solo utilizan el pacto del Grao para lo que quieren. De hecho la alcaldesa acaba de nombrar a un cargo de confianza con un sueldo casi como el del presidente del Gobierno. Una persona que además renunció en su día a ser concejal, cosa que nos parece muy grave, porque cuando uno va en las listas de un partido se compromete con su ciudad. La alcaldesa lo ha nombrado sin consultar siquiera a sus socios de gobierno y como usted dice se ha quedado sola; se vio en el pleno del jueves. Pedimos una cuestión de confianza porque es evidente que ha perdido el apoyo de sus socios de gobierno.

Por ello le exigimos que cumpla con el acuerdo plenario alcanzado con una mayoría aplastante para cesar a Lafuente. Sería antidemocrático si no lo hace.