Castellonero de primera clase, asume el reto de sus segundas fiestas de la Magdalena en la presidencia de la Junta de Festes de Castelló con «más calma, más experiencia y más tiempo para programar». Juanvi Bellido (Castellón, 1963), a las puertas de la semana grande, que tomará la capital del 18 al 26 de marzo, lo dice claro: «Las fiestas de la Magdalena juegan ya en la Champions, sin nada que envidiar a las Fallas ni a Fogueres, de las que tenemos que aprender mucho, pero ellas también de nosotros, y mucho». Él se confiesa sobre lo positivo y lo negativo de organizar unas fiestas fundacionales, atendiendo a la premisa de que la gente esté las 24 horas en la calle los ocho días de Magdalena, con actos por toda la ciudad, con más transparencia en la gestión, pero también con más burocracia y siempre corriendo. Con más presupuesto, pero a repartir en más celebraciones. Y dice que «ya no vale decir que somos nuevos».

--La actualidad manda. ¿Qué opina del congreso magdalenero que ha convocado la alcaldesa?

--Todo lo que sea sumar es bienvenido. Siempre y cuando se lleve a cabo lo que se decida en el congreso. Hay que reformar bastante en profundidad la Magdalena y dejar claro que las fiestas son de los festeros y no de los políticos. Si se cumple lo que se decida en el congreso, me parece bien, pero, si no va a servir para nada, es perder tiempo y dinero. Hay que incidir en la importancia de los colectivos. Ellos deben marcar la agenda. Lo importante es que rememos todos juntos y a una.

--Antes de eso, ¿cómo serán las fiestas del 2017?

--Serán las mejores fiestas en años, porque Castellón se lo merece y porque una de las máximas del equipo de la Junta es crecer, y este 2017 vamos a dar algunos pasos hacia adelante, con actos nuevos, un refuerzo o cambios en otros, pero siempre dentro de las máximas que definen a la Magdalena: unas fiestas abiertas a todos, gratuitas, altamente participativas y en la calle. Pondremos punto y seguido a las del 2016.

--¿Cambios? Con el programa en la calle ya, explíquenos.

--Vamos a hacer un esquema, con varias patas. La de los actos tradicionales se refuerza, con cambios en el trazado de los desfiles como el Pregó o el Desfile de Gaiates, que regresa a la calle Mayor, donde está más arropado por la ciudadanía, que le dará más calor, tras la prueba de que no funciona por la calle Gobernador. Ahí damos un paso atrás, probamos y no salió bien, pues se rectifica. Hay que hacer lo mejor para las fiestas, sin personalismos. Pensamos, sinceramente, que sería más espectacular por una avenida, pero no, además del frío y el viento. La Ofrena en dos tiempos se mantiene, y Romeria y Pregó se agilizan. En la otra pata está el FAMM!, que coge protagonismo máximo, con más puntos por todo Castellón, agrupando espacios de la periferia al centro y vertebrando las fiestas por la ciudad.

--El FAMM! tiene muchos tentáculos ya, y sigue creciendo…

--Va a ir a más. El FAMM! va a ampliarse al público infantil, con horarios matinales, que se combinarán con el Tombacarrers y el Desfile de Animación, además de los intersolfa, las bandas internacionales, las actuaciones o el teatro. Fue una de las acciones estrella del 2016 y este año apostamos por él, potenciándolo.

--El último soporte son los actos nuevos, ¿entonces?

--Exacto. Está el acto de bienvenida a las gaiatas, el sábado por la noche, con el que queremos reconocer el trabajo de los sectores, acompañándoles en el trayecto desde el Almacén hasta Forn del Pla. Las gaiatas son nuestros elementos diferenciadores. Realzaremos el Concurso de Mascletaes, con el nuevo pasacalle de gaiatas, collas y bandas. Y queremos que las mascletaes sean una fiesta desde una hora antes de empezar, con animación, música y ambiente, para atraer aún a más gente al recinto de Primer Molí.

--¿Como en Fallas?

--Mejor. Las fiestas de la Magdalena juegan ya en la Champions, sin nada que envidiar a Fallas ni a Fogueres. Podemos aprender muchas cosas de ellos, mejorarlas y traerlas al modo Castellón, pero ellas tienen mucho que aprender también porque la Magdalena tiene mucho que ofrecerles. No debemos tener complejos.

--¿Ni aunque ellas nos superen en presupuesto? Este 2017, ¿de qué dotación estamos hablando?

--Para Magdalena no llegamos al millón de euros. El Ayuntamiento ha incrementado este año el presupuesto para Fiestas, llegando a los 1,4 millones, pero también hay más fiestas entre las que repartir. Pero hemos conseguido duplicar los patrocinios de actos, en una línea abierta el pasado año, que está funcionando muy bien. Y agradecemos a las empresas que se involucren tan directamente en las fiestas de su ciudad. Es un trabajo de equipo. Y entre todos las haremos más grandes.

--Las cuentas de las fiestas originaron el año pasado una polémica. Este 2017, ¿hay más control?

--Se controlan al céntimo las cuentas. Pero hay que tener en cuenta que nosotros no vemos ni tocamos ni un euro, sino que es el Patronat quien contrata y paga; nosotros solo proponemos. Del desfase, solo eran cosa de la Junta unos 30.000 que procedían de partidas que debíamos abonar y no sabíamos, otras que pensábamos que eran gratuitas o patrocinios y tampoco... Pero este año se está trabajando diferente, con presupuestos previos ajustados. Y todo pasa por una vicepresidencia, y es el Patronat el que le da o no luz verde. Hemos aprendido.

--El año pasado se quejó del poco tiempo para preparar las fiestas, y este año, en el último mes, se han firmado muchos convenios, patrocinios, contrataciones, licitaciones… ¿Apurado, no?

--Sí. En algunos casos, sí. Hay mucho papeleo y las tareas se burocratizan demasiado, quizás. Yo no digo que no hay que fiscalizar, pero sí que hay que trabajar con más tiempo, porque, si no, se resta agilidad. A este apartado le doy, de nota, un 2, por no darle un cero, porque las cosas se retrasan a veces en exceso.

--Pero la ley de transparencia de las grandes ciudades manda...

--Por supuesto. Hay que seguir la legalidad al 100%, pero se pueden sacar a licitación cosas en septiembre para que el OK esté en Navidad; y no en enero para ir justitos. Sobre todo en los temas de larga tramitación. Hemos tenido más tiempo, pero más burocracia. Hay que buscar un término medio. Este año se ha sacado todo a licitación, hasta el Vítol, pero debería haber habido un plazo más abierto, sin apurar.

--¿Hay un proceso prueba-error-reacción?

--Este año ya no vale lo de «somos nuevos». Si hay errores, son nuestros. Somos un grupo de 23 personas que trabajamos altruistamente. Y le vamos a dar a Castellón las mejores fiestas en años. Ya le he dicho que si hay que retroceder, se hace… mirando siempre hacia adelante.

--¿Un acto que cambiaría?

--La Encesa. Elevaría el nivel, con música en directo. La trasladaría al Passadís de les Arts.

--¿Han llamado ya al hombre del tiempo? ¿O a la NASA?

--(Se ríe) Hará buen tiempo. Con sol y calor, seguro. Hará días de Magdalena, como el dicho popular. Además, bromeamos en que este año compraremos 9 días de sol, que el año pasado solo teníamos presupuesto para 6.

--Fiestas de la Magdalena más internacionales, y ahora el BIC para la Romeria. ¿Sumando?

--El BIC a la Romeria es una gran noticia. Ojalá se amplíe a gaiatas y al Pregó. Ahí lo dejo. Pero primero el uno y después el dos. La Magdalena es Fiesta de Interés Turístico Internacional, y eso, que se lleva trabajando, y mucho, se está reforzando con más presencia en Fitur y otras ferias, y este año Patronat y Junta llevamos las fiestas a Disney. Vamos sumando. Pero también digo que para crecer hace falta más inversión.

--¿Cuál es el objetivo de la Magdalena 2017?

--Que toda la ciudad viva las fiestas y las disfrute al máximo. //