El castellonense Vicent Marzà (Castellón, 1983) hace ya 20 meses que asumió la cartera de Educación, Cultura y Deporte en la Generalitat. Ha sido un tiempo, dice, «de trabajo para poder revertir las políticas educativas del PP, las de los recortes para el sector público, la emigración del talento y la deuda con las universidades que nunca se pagó».

--¿Cómo se encontró la Conselleria hace ya un año y medio?

--Nos encontramos que en cuatro años habían despedido a 5.000 profesores; decenas de colegios enteros en barracones, que se tardaba en sustituir a los docentes más de 20 días, que los docentes, algunos, no cobraban julio, y que había una gran necesidad de renovación e innovación pedagógica. En cultura, había mucho contenedor vacío, mucha gente colocada para servir a una red clientelar, y poca programación y servicio al sector cultural.

--¿Y en qué punto está hoy?

--Hemos cambiado muchas cosas, pero aún quedan otras muchas otras por hacer. En profesorado, hay 3.008 contratos más, revirtiendo más de la mitad de los recortes del PP; 15 escuelas construyéndose, seis acabadas y 10 más por comenzar. En Castellón, hemos comenzado el Alcázar en Nules, que ya está acabado; el Honori Garcia en la Vall; avanza en Burriana el Cisneros; en Almassora, el Regina Violant, que también lo iniciamos nosotros y está ya muy avanzado; el Jaume I de Vinaròs está a punto de salir la licitación... En cultura, ha aumentado la producción, los continentes empiezan a tener contenido, y de calidad. En el último año, el consumo cultural ha aumentado un 8,8% y se han duplicado los municipios del circuito provincial… ¿Qué quiero decir? Que tanto a nivel educativo como cultural se ha avanzado mucho, con el camino claro: hacer un educación justa y para todos, y dar acceso universal a la cultura.

--¿El próximo reto?

--Además de recuperar todo el profesorado, seguir revirtiendo recortes, dar más acceso a los derechos, más becas, consolidar la dignificación de las aulas. Y acabar con los centros íntegramente en barracones. El próximo reto es la Ley Valenciana de Educación. Durante este año comenzaremos el debate, en el que anuncio que, lo primero que haremos será una gira para escuchar a la comunidad educativa sobre qué deberíamos introducir, y en base a lo que nos digan, presentaremos el borrador y se debatirá en Les Corts.

--¿Se ha encontrado resistencia para poner en marcha este modelo de educación y de cultura? No solo de la oposición...

--Es normal, porque estamos confrontando modelos. Y el debate es normal. Lo que no me ha parecido tan normal es la crítica por la crítica; muchas de ellas han sido una pasada de frenada.

--La educación concertada ha plantado batalla, contra lo que dicen que es un ataque continuo. Ustedes han cambiado el rumbo con este sector. Y el nuevo decreto, de hace una semana, pone el reloj a cero en los contratos.

--El eje lo tenemos claro. Primero, la pública debe garantizar el derecho a la educación del conjunto de la ciudadanía. Decimos que el sentido de la concertada es llegar donde no llega la pública a prestar un servicio público. Y eso ponemos en práctica. Si no llega la pública y hay necesidad, lo cubriremos con la concertada. Quien no esté de acuerdo con este planteamiento educativo, que se vaya a un privado.

--El Bachiller y la FP como posobligatorios son conciertos singulares y uno de los frentes abiertos. ¿Van a desconcertarse centros en Castellón? En la provincia hay 5.

--No se trata de desconcertar un centro o no. Los conciertos del Bachillerato son singulares, no obligatorios. Y decimos que este año finaliza ese contrato y, por tanto, todos los que quieran tener concierto deberán presentarse y nosotros, evidentemente, contrataremos, concertaremos allí donde sea necesario, con unos criterios, y dejando claro que los alumnos que este curso están en el centro no tendrán problema, y el segundo curso seguirá concertado; y que solo hablamos del Bachiller.

--El jueves se anunció la selectividad, del 6 al 8 de junio. ¿Cómo será está ‘nueva’ selectividad?

--Pues será muy parecida a la anterior. Y eso es en parte gracias a nuestra lucha con el Ministerio para que fuera una prueba de acceso a la universidad lo más parecida a la anterior y no una reválida, porque los alumnos ya estaban con el curso empezado; de tres días, y con contenidos de 2º de Bachillerato y no de 1º, ni asignaturas que no estaban dando… Como por ejemplo la Filosofía. Y dando seguridad al alumnado.

--¿Habrá más aulas de dos años el curso que viene?

--La proyección es ir ampliándolo y evaluándolo como plan piloto, para ver si sirve a lo que queríamos. La evaluación es positiva, y creceremos a medida de las disponibilidades presupuestarias, porque no tenemos una fábrica de billetes. Demandas, tenemos muchas. Pero nada concreto.

--Ocho de cada 10 colegios de Castellón quiere jornada continua. ¿Qué le parece?

--Pienso que se generalizará en Castellón. Y lo veo una cosa positiva, porque genera debate, y no solo pedagógico, sino social. Cuando hay un cambio hay que aprovechar para innovar en el centro, pero ese cambio tiene repercusiones también fuera del aula, en los horarios de las familias, en la conciliación. La decisión debe ser compartida y consensuada.

--El ‘valencià’ es puntal en sus políticas educativas. Y uno de sus planes estrella es el plurilingüe, en el que el valenciano y el inglés tienen un peso muy importante y muy criticado. ¿Castellón está preparado y con garantías?

--Creo que Castellón es la provincia que mejor posicionada y preparada está para un plan plurilingüe, y en la que más centros están listos para estar en los niveles más avanzados, y partimos por tanto de una mejor base que el resto de provincias. También es cierto que nos hemos propuesto y en eso, por los hechos los conocerán, dicen, hemos duplicado el presupuesto de formación del profesorado, y hemos hecho un calendario de aplicación con los tiempos marcados para poder formar, desde el 2017/18 al 2023.

--¿Una prioridad?

--Más becas. En la universidad, estrenamos este curso las becas salario, que no existían antes ni aquí ni en todo el Estado, con 102 beneficiarios de la UJI, y que permitirá a estos estudiantes que a veces no se lo hubieran ni planteado hacer una carrera. Queremos construir una Generació del Botànic frente a una generación perdida del gobierno del PP. Además, tenemos las de no abandono, las de exención de tasas… En los centros, los bancos de libros, y las becas comedor, de las que estamos orgullosos al ser las que más han aumentado, con 10.000 beneficiarios de Castellón, un incremento del 10% y que, además, cubren, en más de la mitad de los casos, el 100% del menú. Y lo mismo hemos hecho con las becas del bono infantil. Hemos dado más recursos a los que más lo necesitan.

--En clave más local, ¿en qué punto están las negociaciones con el Ministerio sobre los terrenos del antiguo CUC para el ‘nuevo’ colegio Vicent Marçà del Raval Universitari? ¿Hay plazos?

--Lo último, las reuniones con el ministro y el secretario de Estado. Parece que vamos avanzando, pero es el Gobierno el que debe decirnos si está de acuerdo con la propuesta, con la que saldríamos todos ganando, que incluye la permuta de terrenos del Archivo Histórico Provincial, y permite que podamos dar respuesta a la necesidad de escolarización del barrio. Y, por tanto, que podamos construir una escuela grande. Y no, no hay plazos.

--Acaba de abrir la convocatoria, tras 14 meses, para que la CulturArts tenga un gestor en Castellón para Castellón. ¿Qué busca?

--Lo importante, ante todo, es que los espacios están funcionando, y muy bien, con muchas funciones ya seguidas con el cartel de no hay entradas en el Principal, y todos los espacios con programación propia. Hay mucha actividad, de calidad, y la gente está respondiendo. Evidentemente, necesitamos a una persona que esté aquí en Castellón, que atienda al tejido cultural. Será por concurso.

--¿Algún candidato?

--No. Deben presentarse. Y el comité decidirá bajo el Código de Buenas Prácticas. Podría, por normativa, designarlo yo, pero queremos que sea un proceso transparente, y por concurso. Será pronto.

--En la UJI, ¿cómo queda el nuevo mapa de títulos, que no llega?

--En la Universitat, estamos poniendo orden, en la línea de trabajo que nos hemos marcado. Creemos que no es lógico que determinadas carreras se lancen sin ver si son necesarias, si tendrán calidad, demanda… Y lo hemos puesto sobre la mesa del Consell d’Universitats. Queremos ligar el mapa de titulaciones al sistema de financiación a largo plazo.

--¿Cómo está precisamente el tema de la financiación a las universidades?

--Estamos avanzando. Ha habido diferentes reuniones con los vicerrectores, trabajando con dos escenarios, el de una financiación autonómica justa, con la pregunta, ¿tenemos los recursos que realmente necesitamos? Y un segundo escenario, en el que, todo y no tener los recursos, al menos sabemos qué es lo más esencial.

--¿Hay avances? Este curso, la UJI ha recibido de la Conselleria la misma cantidad que el año pasado, cuando crece en infraestructuras y con grados que van a más…

--Es cierto en cuanto al dinero directo para el funcionamiento de la UJI. Pero nos hemos puesto al día con las deudas del PP. Este 2017 hemos destinado 147 millones a pagar las promesas que no se cumplían. Respecto a los convenios de deuda histórica desde el 2008, Educación destina este 2017 dos líneas, una para gastos corrientes de funcionamiento, 4,34 millones a la UJI; y en gastos de inversión, fundamentalmente para infraestructuras, aportamos 11,04 a Castellón. Si no hubiéramos tenido todas estas deudas, hubiéramos podido mejorar la financiación ordinaria o, por ejemplo, haber aumentado aún más las becas. Tenemos claro que, si tuviéramos los recursos autonómicos que nos corresponden y necesitamos, en la media del Estado, sin siquiera reclamar más que otros, la universidad pública podría ser gratuita. Con solo los recursos de más que tendría nuestra Conselleria, 380 millones de euros cada año, podríamos. Cambia mucho el panorama según los recursos que se tienen. //