“La declaración del estado de alarma ha complicado mucho nuestra labor profesional”, destaca Ana María Lafuente, gestora administrativa y delegada en Castellón del Colegio de Gestores Administradtivos de Valencia. “La alerta sanitaria se tradujo en el cierre del colegio y la Jefatura de Tráfico, modificando las formas de trabajo habituales y retrasando los trámites. Ahora trabajamos telemáticamente, a través de la plataforma que hemos creado y mediante la cual gestores, colegio y jefatura se comunican”, indica. “En general, la situación dificulta nuestro trabajo puesto que, dado nuestro contacto constante con las administraciones, el cierre de algunas y el colapso de otras, como la Seguridad Social, supone la incertidumbre de si, por ejemplo, los envíos de documentación que realizamos son recepcionados. Todos estos problemas afectan directamente a nuestros clientes, trabajadores y empresas, que en ocasiones se han visto abocados a situaciones muy difíciles. Nuestra labor ahora, además de facilitar al máximo cualquier trámite y ayudar en la medida de lo posible a solucionar sus problemas, tiene un carácter psicológico”, declara Lafuente, quien agrega que “debemos infundirles confianza y ayudarles a encontrar soluciones para el futuro. Nuestra esperanza es que esta situación extrema sirva para que nos reinventemos y reconvirtamos”, concluye.