Ginés Navarro, oficial de la brigada de FACSA en Castellón, acumula una trayectoria profesional de más de dos décadas en la empresa. Ante la situación actual provocada por el covid-19 señala que “la crisis sanitaria ha cambiado totalmente mi trabajo. Antes realizaba tareas vinculadas al cambio de contadores, pero, por prevención, ésta y otras actividades de la empresa se han tenido que suspender temporalmente y he pasado a desempeñar trabajos de detección y reparación de fugas. Esta nueva situación, sin duda, refuerza nuestra capacidad de adaptación, porque hay muchos aspectos a los que nos tenemos que acomodar - nuevas tareas, nuevas medidas de prevención- para seguir dando el servicio de la mejor manera posible. Asimismo, nos hace afrontar nuestro día a día con más precaución, porque estás en la calle y más expuesto al riesgo. Pero teniendo los medios de protección adecuados y tomando las precauciones necesarias, no tiene por qué pasar nada. En esta línea, a la hora de imaginar cómo seremos después de la crisis, probablemente, estos nuevos hábitos de higiene y protección que hemos ido adquiriendo se quedarán y tendrán un efecto positivo. Somos conscientes de que prestamos un servicio esencial a la sociedad, aunque el papel protagonista es el de los sanitarios y creo que a ellos se debe el reconocimiento de la sociedad”.