Uno de los sectores que ha mantenido su actividad durante el estado de alarma, al estar incluido entre los servicios esenciales del Real Decreto 8/2020, es el financiero. Quizá no sea la primera profesión que nos venga a la cabeza cuando pensamos en los héroes que cuidan de nosotros estos días, pero el normal funcionamiento de la banca es básico para la ciudadanía. Para ello, muchos profesionales como Guillermo Pons, el director de la oficina de Cajamar en la calle Gasset de Castellón, acuden a su puesto de trabajo con el objetivo de que esta crisis sanitaria no se cebe con quienes están en situación de vulnerabilidad. “En estos días difíciles nos damos cuenta de la importancia de nuestro trabajo. A nuestra oficina acuden personas muy angustiadas y procuramos buscar una solución para cada caso, para que tanto familias como autónomos, pymes y empresas puedan sobrellevar las dificultades económicas que acarrea el parón de la actividad. El sector financiero puede aportar mucho y hoy es parte de la solución. Todas las entidades, las de Grupo Cajamar y las demás, estamos trabajando duro para ayudar al cliente. Los profesionales de la banca somos conscientes de que, al estar en contacto con el público, estamos más expuestos a contagiarnos, pero es un riesgo que asumimos, al igual que lo hacen más profesionales de otros sectores”.