Natural de Vila-real, este profesional lleva 8 años en la UME. “Nuestras misiones en beneficio de la seguridad y bienestar de los ciudadanos estaban enfocadas a todo tipo de emergencias (incendios, terremotos, inundaciones, grandes nevadas…) y, hasta ahora, no había conocido una situación tan extraordinaria como la actual. Hemos tenido que adaptar y crear nuevos procedimientos. Una vez decretado el estado de alarma, nuestro máximo esfuerzo se ha centrado en labores de desinfección de residencias de mayores, centros de tercera edad, residencias para personas adultas con discapacidad, centros de acogida, casas de beneficencia... sin dejar de atender otras instalaciones que también han requerido de nuestra intervención, como aeropuertos, puertos, autobuses, estaciones, ayuntamientos, centros penitenciarios, comisarías, etc. En las residencias de mayores hemos vivido momentos muy especiales. Recibir el agradecimiento de los residentes y del personal que trabaja en ellas nos ha dado fuerzas para seguir. Cumplir con el deber de servir, ayudar y apoyar a los ciudadanos es una misión reconfortante. Esta satisfacción se ha visto incrementada, cada día, al comprobar la actitud tan positiva de la población, que nos respalda y agradece constantemente nuestra labor. Entre todos venceremos al covid-19”.