Teresa Bellés, administrativa de Papelería Agut (calle Vinaròs, 24, de Castelló), explica que “la actividad en la papelería antes de la entrada en vigor del estado de alarma era más ajetreada y con un horario más extenso, debido a la época del año en que estábamos, en la recta final del curso y eso es sinónimo de muchas ventas en nuestro sector, pero ahora todo ha cambiado. Hemos adoptado nuevos horarios y los jóvenes ya no son los protagonistas en nuestra tienda, son los padres, que se han hecho cargo de sus necesidades. La prioridad ahora es tomar todas las medidas de seguridad posibles. Hemos instalado una mampara protectora en el mostrador, así como también se ha limitado el aforo a tres personas y intentamos que la atencion sea de uno en uno. Todo ello, con la utilizacion de guantes y mascarilla, y la desinfeccion diaria del espacio”, revela Bellés, que forma parte de la tercera generación en el negocio. “El temor más grande que todos tenemos es el miedo al contagio, no solo a contagiarse uno mismo sino a transmitirlo a la familia. El no saber cómo nos afectaría a nuestra salud si estuviéramos contagiados es miedo a lo desconocido”, insta. “Vamos a luchar para que nuestro futuro profesional continúe, por lo menos, como estaba. Esta crisis nos ha permitido ver la solidaridad entre personas y nos ha hecho ser más humanos”, finaliza.