El 1-O y el 155 se han colado en la huelga feminista del próximo 8 de marzo en Cataluña. La inclusión de referencias a las cargas policiales y la reivindicación de recuperación del autogobierno en el manifiesto han provocado acusaciones cruzadas de politización. Beatriz Silva, diputada del PSC, ha denunciado que esto rompe el carácter unitario de la reivindicación y ha acusado a los independentistas de querer apropiarse de la manifestación. Miembros de la coordinadora de la Vaga Feminista niegan que su opinión sea representativa y la achacan a un intento de crear polémica por intereses partidistas.

"En Catalunya estamos viviendo una escalada de la represión: cargas policiales del 1 de octubre con denuncias de agresiones sexuales -dice el texto de llamada a la huelga-. Las feministas estamos comprometidas también en la defensa de la democracia y de las libertades en nuestro país y entendemos que la criminalización y/o la judicialización de formas pacíficas de protesta social y reivindicación política también son formas de violencia institucional que debemos denunciar. Por eso denunciamos la aplicación del artículo 155 de la Constitución española y exigimos su inmediata suspensión".

Según la versión de Silva, "la CUP y los CDR [comités de defensa de la república] se han apoderado" este año de la organización del 8-M y la decisión de incluir referencias a la prostitución y al 1-O y sus consecuencias ha creado "graves discusiones", poniendo en riesgo la unidad de acción. En este sentido explica que colectivos como Dones per la paraula, en el que además de ella están también las escritoras Gemma Lienas y Najat El Hachmi y la socióloga Marina Subirats, se están planteando si crear un manifiesto alternativo o adherirse al internacional. "Es muy legítimo que cada uno defienda lo que quiere, pero esto no corresponde al sentido de una manifestación unitaria. A mí y a muchas nos incomoda llegar a una manifestación y que esté llena de 'estelades', carteles y consignas independentistas. ¿El 1 de mayo celebraremos el día del trabajador 'indepe'?", se pregunta.

Consenso

Dolo Pulido, de Ca la Dona y Novembre feminista, lleva más de 30 años organizando el Día de la Mujer. Esta veterana activista se muestra sorprendida por las palabras de "mujeres de partidos socialistas que nunca han venido a las reuniones" y ha acusado a Silva de "instrumentalizar políticamente" la huelga. Pulido ha explicado que en la preparación del manifiesto hubo debate e incluso se llegaron a poner sobre la mesa algunas propuestas de hablar de "república feminista", pero que no generaban consenso; algo que, a su entender, sí que hacía la denuncia de la escalada represión en Catalunya, "que no solo es compartida por los independentistas".

Una visión que también suscribe Sara Cuentas, de la organización Red de Migración, Género y Desarrollo. "Para nada hay influencias de las CDR. De ninguna manera se ha politizado", ha asegurado, lamentando que, al contrario, "haya gente que está haciendo un uso equivocado, con mala intención, de la lucha feminista". Tanto Cuentas como Pulido han recordado que cada año el manifiesto del 8-M, además de suscribir las denuncias compartidas a nivel globales contra las diversas formas de represión y discriminación contra la mujer, añade reivindicaciones a nivel local.

En esta línea, la Comisión 8 de marzo, que aglutina al movimiento feminista a nivel estatal y coordina la huelga, ha puntualizado que los manifiestos pueden incluir en cada comunidad autónoma reivindicaciones que les afectan particularmente, "siempre y cuando haya consenso en el movimiento feminista de ese territorio".