La cúpula del PP no deja de repetir que los casos de corrupción que afectan al partido responden a comportamientos individuales y que Mariano Rajoy no tiene nada que ver con ellos. A tenor de la encuesta del GESOP, sin embargo, ese mantra solo lo han interiorizado los votantes populares, y no todos. El 59,8% de los ciudadanos consideran que el presidente del Gobierno en funciones es responsable de los escándalos que salpican a su organización, por el 37% que lo exculpan. En el caso del electorado conservador, el resultado es a la inversa: el 73% eximen a su líder, por el 23% que sospechan de él.

Los votantes de ERC son los más contundentes con Rajoy. El 96% lo relacionan con los casos de corrupción del PP, seguidos de los dePodemos (88%), Izquierda Unida (82,4%), Democràcia i Llibertat (70,8%) y el PSOE (69,1%). "¿Alguien cree que el señor Rajoy va a ser el azote contra la corrupción? No puede hacerlo porque no ha limpiado ni su casa", le espetó Albert Riveraen el debate de investidura. Sin embargo, los votantes deCiudadanos son los más comedidos tras los del PP: el 54,1% señalan al jefe del Ejecutivo en funciones como responsable de los escándalos en sus filas y el 43,9% lo salvan. El partido naranja es el más beneficiado según los sondeos ante la perspectiva de una repetición de elecciones.

Vistas las opiniones que ofrece el electorado soberanista y el de En Comú Podem, fuerza que ganó el 20-D en esta comunidad, es de cajón que Catalunya sea la autonomía donde peor malparado sale el líder del PP. Solo la supera Euskadi: en la primera, el 75,2% de ciudadanos ven manchas en la actitud de Rajoy; en la segunda, el 76%. Canarias y Andalucía son las comunidades más benévolas, mientras que Madrid y la Comunidad Valenciana, epicentros de las grandes turbulencias populares, se sitúan en la parte media alta de la tabla. El 63,7% de los valencianos creen que el mandatario conservador es responsable de la corrupción en su partido, por el 55,3% de madrileños.

LAS CAUSAS

Manteniendo el foco en esas dos autonomías tan zarandeadas por los casos de corrupción, el sentir mayoritario en ambas es que los escándalos en las filas conservadoras responden a tramas organizadas del mismo partido. El 38,2% de valencianos y el 33,3% de madrileños son de esa opinión; por cierto, la misma que reflejaron el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco al referirse a la operación Púnica y el magistrado Vicente Ríospara describir el 'caso Emarsa'. En una está implicado el exconsejero de Esperanza Aguirre Francisco Granados. En la otra, diferentes políticos populares en su etapa al frente de la Generalitat valenciana.

En el global de España, el 30,4% hablan de tramas organizadas en el PP como causa de los asuntos turbios de los últimos años. Un 26,1% sostienen que se trata de comportamientos individuales, mientras que la opción más nombrada (por el 36,6%) es la que afirma que ha existido "una actitud de tolerancia general en el PP". Si se conjugan los resultados de las tres posibilidades, el cómputo total es el siguiente: el 67% de los entrevistados creen que la corrupción del PP trasciende de lo que pueden hacer sus cargos por su única cuenta y riesgo.

El electorado popular es el que más atribuye la situación a acciones individuales (el 59,3%), aunque el 20,4% ve tolerancia en el partido y el 8,8% señala a tramas organizadas. Esas dos últimas palabras son las que más mencionan los votantes de Podemos (51%), de IU (45,1%) y de Democràcia i Llibertat (58,8%).