Aunque el bloqueo de la formación de gobierno mantiene encallada la convocatoria del congreso del PSOE, cargos que apoyan a Pedro Sánchez y otros que están alineados con el sector crítico dan por hecho que tendrá rival que le hará sombra para aspirar a la secretaría general.

Los socialistas tienen previsto convocar su 39 Congreso Federal ordinario una vez que se constituya el nuevo gobierno, con el cometido de elegir al secretario general y la nueva Ejecutiva.

Después de meses de desencuentros entre Sánchez y algunos de los barones de más peso y debido al empeoramiento de los resultados de las dos elecciones generales, la división en el partido se ha consolidado y ha ido abonando el terreno para la pugna por el poder.

"Va a haber un choque de dos modelos de planteamiento del partido", vaticina a EFE un cargo de una de las federaciones críticas, que consideran que tiene que haber un cambio de liderazgo que enderece el rumbo.

Según su análisis, desde que Sánchez, al poco de llegar a la secretaría general en julio de 2014, empezó a tomar decisiones sobre las que discrepaban algunos de los barones territoriales, "se ha alejado cada vez más de ellos" hasta el punto de ser impensable la reconciliación.

Los que respaldan al líder también asumen que "hay un sector decidido a plantar batalla", que "son aquellos que nada tienen que perder", según indica a EFE uno de los dirigentes provinciales afín a Sánchez.

No obstante, advierte: "Quienes tienen que perder, tienen dudas, porque abrir una guerra a nivel federal también es abrirla en cada federación, por lo que no les va a salir gratis y les generará una oposición interna".

Aunque guarda silencio sobre sus planes, todas las miradas apuntan a la presidenta andaluza, Susana Díaz, como la candidata que está llamada a dar el paso, algo que ya conjeturó el pasado mes de mayo su homólogo extremeño, Guillermo Fernández Vara, y que otros han sugerido, como el castellanomanchego Emiliano García-Page o José Luis Rodríguez Zapatero.

"Están de acuerdo casi todos. Si Susana Díaz toca el pito, van todos detrás", presagia un histórico del PSOE.

La discreción de Díaz responde, según un miembro del Comité Federal, a que está "expectante", pero no quiere que se vea que interfiere en la postura de la dirección sobre Rajoy.

"Tiene hermanos mayores, como Felipe (González) que ya le hacen el trabajo y no tiene que gastar energía", añade este cargo.

La incógnita es si en la elección del secretario general pesará más la simpatía de las bases, que son las que votan en las primarias y que, aparentemente, se inclinarían por Sánchez, o la influencia de los aparatos de las federaciones, donde el peso de Andalucía daría ventaja a Díaz.

Entre los críticos, unos defienden que en el PSOE, "el que manda es el Comité Federal" y "si confluyen la mayoría de los barones, Sánchez no tiene nada que hacer".

El secretario general, en cambio, se ve fuerte porque "si tienes el respeto de la militancia, tienes el respeto de los barones", señalan en su entorno.

"El apoyo de las bases es lo más importante que tiene él. Cuando se encuentra en una situación de amenaza, siempre recurre a ellas", analiza a EFE un diputado socialista.

Si Rajoy finalmente logra la investidura y relega al PSOE a la oposición, los partidarios de Sánchez están convencidos de que aun así se presentaría a la reelección y que "aguantaría con claridad".

"Si algo le caracteriza, es la voluntad. Cualquiera, con las presiones que está teniendo, hubiera abandonado. Zapatero no quiso dar la cara tras salir del gobierno y Pedro ha aguantado una situación muy dura con un desgaste físico y emocional tremendo", enfatiza una de las fuentes.

El único escenario que evitaría el combate en el congreso sería que Sánchez lograra llegar a la Moncloa de la mano de Podemos y otros partidos, lo que Díaz y los principales barones han rechazado desde el inicio sabedores de que eso le reforzaría.

"En cualquier otra hipótesis, seguro que habrá batalla", señala una de las fuentes.

Entre los miembros de perfil más conciliador dentro de la Ejecutiva, tratan de hacer ver a los críticos que "lo mejor no es fagocitar a los líderes" ya que "los proyectos son al menos a medio plazo".

Otros en Ferraz dejan caer una tercera vía, puesto que "entre Pedro y Susana puede haber más gente" que genere el consenso de todos.

Aunque se da por hecha la batalla, hay coincidencia en que "todo está muy parado ahora" y nadie se moverá hasta que haya gobierno, pero "inmediatamente después, se pondrá fecha" al congreso.