La caída de Barcelona en primera ronda como futura sede de la Agencia Europea del Medicamento ha desatado un agrio cruce de acusaciones entre políticos y administraciones.

En un sentido de los ataques, el 'president' de la Generalitat destituido, Carles Puigdemont, ha cargado duramente contra el Estado español, al que ha responsabilizado de la derrota de la candidatura de Barcelona.

En el otro sentido de las críticas se sitúa el diputado socialista en el Congreso José Zaragoza, que ha orientado sus ataques a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la que ha recriminado una serie de acciones que han acabado pesando contra la candidatura.

Precisamente, Colau ha asegurado, también a través de Twitter que "ni la DUI ni el 155" han ayudado".

Antes de conocerse el resultado de la votación, la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, había declarado en Bruselas: "Nosotros tenemos la conciencia muy tranquila; quizás otros no la pueden tener tanto". La ministra ha admitido que el 'procés' ha podido ser un obstáculo para la candidatura barcelonesa.

Simultáneamente, Joan-Ramon Laporte, director de la Fundació Institut Català de Farmacologia, ha acusado al Gobierno de Rajoy de "no mover ni un dedo" por Barcelona como sede de la agencia. "Hubiera sido una sorpresa enorme que venciera Barcelona -ha añadido-. España, como dijo el ex ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, 'debe muchos favores' a cambio de que Europa la apoye en el asunto de Catalunya". "En el fondo -ha concluido Laporte-, al Gobierno español no le interesaba de ninguna manera que Barcelona ganara una agencia europea porque, si se produjera la independencia de Catalunya, quien tendría un problema con Europa es Rajoy".

El sector inmobiliario también ha lamentado la pérdida. Fernándo Ensinar, jefe de estudios de Idealista ha afirmado que el resultado de la elección es "un palo" para las inmobiliarias catalanas, seriamente afectadas ya dese el pasado septiember, ha señalado.