Este lunes reúne Albert Rivera a su ejecutiva para poner en marcha una campaña en la que piensa arriesgar. No en las listas o en el programa con el que se presentará al 26 de junio, que salvo algunos “retoques” serán básicamente los mismos con los que concurrió a las elecciones generales de diciembre, sino en lo que concierne a la estrategia y a la actitud que exhibirá el candidato a La Moncloa durante la precampaña y la campaña. Los ataques por la corrupción al 'higado político' de Mariano Rajoy no cesarán y se seguirá demandando un cambio de liderazgo en el PP, confirman en Ciudadanos, mientras se mima al electorado conservador ya seducido. Y se experimentará más en el caladero del centroizquierda, donde los de Rivera creen tener ahora nuevas posibilidades tras haber firmado un pacto con Pedro Sánchez y ante la posible batalla que se puede librar entre el PSOE y la alianza Podemos-IU si se cierra.

Desde la organización naranja ya se avanza que esta vez no se saldrá “a jugar” a la defensiva ni con un perfil excesivamente institucional, uno de los errores que la dirección de C’s estudió y admitió tras el 20-D y que se cometió, según su análisis, fundamentalmente en los debates. Se buscará esta vez ser más directos y algunas cuestiones dejarán de ser tabú, como su exigencia de estar en un gobierno en caso de ser decisivos, que es lo que buscan: quieren decidir en España. El objetivo fundamental es cosechar otro puñado de escaños en esta segunda cita con las urnas que, a la hora de sumar con PP o con PSOE, les dé más poder para elegir quién es el próximo presidente o impedir una alianza de la que los podemistas formen parte.

José Manuel Villegas, uno de los colaboradores más cercanos a Rivera, ya ha deslizado esta idea en los últimos días, lo que supone un cambio significativo respecto al mensaje que él mismo y sus compañeros defendían hace apenas unos meses. “Ciudadanos está dispuesto a involucrarse en un gobierno porque no queda otra […]. Seguramente C’s no podrá estar al margen de un acuerdo de gobierno, sea con el PP, con el PSOE o con una gran coalición. Difícilmente se podrán producir esos acuerdos sin no estamos involucrados”, auguró Villegas en TVE. En la misma línea se pronunció también el portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta. “Nosotros estaremos en el Gobierno. Somos los únicos que seguro estaremos en el Gobierno”, enfatizó en Barcelona.

EL "ESFUERZO" DE LOS PACTOS

Ciudadanos ya tiene experiencia en ir muy bien en la encuestas -el último CIS publicado indica que suben en porcentaje de voto respecto a diciembre- y, llegado el momento de pronunciarse en las urnas, obtener un resultado más modesto de lo esperado. Del 20-D salieron con 40 diputados, una buen marcador para un partido que se presentaba por primera vez a las elecciones generales, pero tibio si se compara con los 69 escaños que logró Podemos, la otra fuerza emergente que también se estrenaba en aquella fecha.

Seguramente por ello han decidido no confiarse en esta ocasión y hacer una campaña más ambiciosa. El hecho de que hablen ya abiertamente de tener ministerios en el próximo Ejecutivo es prueba de ello. Juegan más fuerte dando por hecho que tendrán más y mejores cartas. Como lo es que del líder para abajo todos los cargos de C’s defiendan el acuerdo que alcanzaron con Pedro Sánchez, aún a sabiendas de que los populares lo usarán como arma arrojadiza para intentar que el voto conservador que Rivera les arrebató ‘vuelva a casa’. Sin embargo, a la dirección naranja parece no preocuparle ese riesgo ahora. Esperan tener los 40 escaños que llevan detrás bien afianzados y que se les reconozca “el esfuerzo” hecho en los últimos meses por arremangarse y buscar un acuerdo de gobernabilidad.

El modelo de financiación como baza de campaña

Ciudadanos ha empezado a exprimir la que será una de sus bazas en la campaña: la reforma el modelo de financiación. El partido de Albert Rivera quiere aprovechar que los soberanistas rechazan implicarse en ese debate alegando que ya han pasado pantalla para erigirse en los abanderados de un sistema más "justo, transparente y equitativo". Los 'naranjas' están convencidos de que ahí tienen terreno para cautivar al votante nacionalista moderado, aquel que prefiere el 'peix al cove' a la independencia, y por eso su 'gurú' económico, Luis Garicano, y su líder en Cataluña, Inés Arrimadas, han ofrecido este domingo una conferencia coloquio en Barcelona en esa línea: han reclamado "consenso" para "abrir un melón" que PP y PSOE "rehúsan abrir" para mantener sus "equilibrios territoriales" y han desgranado alguna de sus propuestas. Una de ellas es sustituir el fondo de garantía por un "fondo único", lo que implicaría la supresión de otros como el de cooperación o el de solidaridad; otra consistiría en concretar el "coste real" de los servicios sociales en cada territorio... Una estructura parecida a la del Estado alemán aunque con "correcciones" para "blindar" el Estado del bienestar.