Cayetana Álvarez de Toledo encendió un fuego interno en el PP que, lejos de extingirse, parece ganar intensidad día a día. Un enfrentamiento con el PP vasco que se originó después de que la diputada acusara, el viernes, a sus compañeros de Euskadi de «tibieza» frente al nacionalismo y a ETA, palabras que provocaron varios rifirrafes durante el fin de semana. En lugar de templar gaitas y calmar los ánimos como intentó hacer Pablo Casado, la portavoz popular en el Congreso alimentó ayer la polémica arremetiendo contra el presidente del PP en el País Vasco, Alfonso Alonso.

Cercana a la línea más dura que defiende las esencias del PP, Álvarez de Toledo culpó a los populares de esa comunidad de haberse apartado de «esa consigna de que lo moral es lo eficaz» y de acercarse «a posiciones más tibias, más de contemporización con el marco del nacionalismo». Un duro reproche que obtuvo respuesta de inmediato. «Mientras algunas caminaban sobre mullidas moquetas, otros nos jugábamos la vida defendiendo la Constitución», sentenció el portavoz conservador en el Parlamento vasco, Borja Sémper. Alonso, más comedido y tendente a una mayor apertura del partido, lamentó que la diputada de origen argentino les hiciera revivir el «dolor» de esa época.

Justamente, la procedencia de la número uno por Barcelona fue el detonante de un nuevo conflicto. El sábado, en la convención del PP vasco, Alonso hizo una broma con cierta sorna. Manifestó que prefería la victoria de España sobre Argentina en la final del Mundial de baloncesto para, a continuación, hablar de forma velada sobre la pulla de Álvarez de Toledo. Pese a que Alonso dijo a renglón seguido que, «entre compañeros y amigos, ni polémicas ni polémicos», la portavoz parlamentaria no se tomó a bien el chascarrillo y ayer aprovechó el primer micrófono que se le puso delante en una conferencia matinal para soltar: «Me ha sorprendido mucho que un antinacionalista acérrimo como Alonso me califique de extranjera». Así dio vida a una contienda que el mismo Casado trató de zanjar sin éxito el domingo, con una foto de unidad en la clausura de la convención del PP vasco.

ACTITUD RESPONSABLE / El líder de los populares también respondió a la última propuesta del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. En una entrevista en Abc, el dirigente gallego insistió en que lo lógico sería que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ofreciera al PP una coalición o un pacto de investidura. Casado subrayó que siempre ha mantenido una actitud «responsable» para desbloquear la situación política y que el jefe del Ejecutivo dejó claro que «jamás ha querido el apoyo del PP». «Podemos estar satisfechos de haber hecho lo que teníamos que hacer», apuntó antes de recordar que la responsabilidad de la repetición electoral es exclusiva del candidato socialista.