Amnistía Internacional considera que no se puede denominar como «presos de conciencia» a los líderes de la ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, respectivamente, ni a los exconsejeros del Gobierno de Cataluña que permanecen en prisión preventiva.

La organización defensora de los derechos humanos aclara que no emplea el término preso político porque no existe una definición a nivel internacional y, por ello, prefiere la expresión «preso de conciencia». En cualquier caso, considera que ninguno de ellos cumple los requisitos para ser denominados como tal. «No consideramos a los miembros del Gobierno catalán presos de conciencia porque son acusados de actuaciones que pueden constituir delito. Hasta el momento, tampoco consideramos presos de conciencia a los Jordis, pero sí pedimos la retirada de los cargos de sedición y fin a su encarcelamiento provisional», han señalado desde Amnistía Internacional España.

A pesar de no considerarlos como presos de conciencia, esta organización ha asegurado que está haciendo un «seguimiento» sobre las garantías de un juicio justo tanto para los exmiembros del Gobierno de Cataluña como para los miembros de la Mesa del Parlamento catalán. «Las autoridades judiciales deben garantizar que la discrecionalidad con la que cuenta la fiscalía no se ejerce de manera arbitraria o desproporcionada», ha defendido finalmente Amnistía.

Este posicionamiento de Amnistía Internacional fue aprovechado ayer por el Ministerio del Interior, que dirige Juan Ignacio Zoido, para afirmar que la organización ha derribado uno de los cinco «mitos» del independentismo. Otro de esos mitos es la huelga, pues los independentistas «no fueron capaces de movilizar a la sociedad», ni siquiera a quienes abiertamente se declaran partidarios de la secesión.

LA CONSTITUCIÓN / También «mito» sería que la reivindicación independentista se hace supuestamente respetando el derecho. El Ministerio del Interior considera que el Tribunal Constitucional, al anular la DUI, dio la razón a los que defienden que la independencia era contraria a la Constitución.

El tercer mito es que la huida de Carles Puigdemont y otros cuatro exconsejeros conseguiría el respaldo de autoridades europeas, empezando por las belgas. Y el último mito, según Interior, es que «España es un Estado opresor». «España aplica con equilibrio y proporcionalidad el uso de la fuerza», dijo.