La décima jornada de este martes de concentraciones y caceroladas en diferentes puntos de Madrid ha estado marcado por un amplio dispositivo policial que ha evitado el cierre de la calle Ferraz, sede del PSOE, o el enfrentamiento entre grupos en la localidad de Alcorcón.

Y es que día a día se va apagando el tradicional aplauso a las 20:00 horas para los sanitarios que luchan contra la pandemia, mientras que las caceroladas se organizan en diferentes puntos de la capital.

La jornada de este martes viene precedida por el enfrentamiento político con cruce de declaraciones entre el presidente de Vox, Santiago Abascal, y el vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

Abascal hizo un llamamiento para que las caceroladas suenen "más que nunca" y el Gobierno escuche el "clamor" de los ciudadanos frente a una "dictadura camuflada de alarma".

Iglesias: "No se sabe dónde acaba"

Por su parte, Iglesias mostró su preocupación por que se generalice la crispación que ha llevado a algunos a manifestarse frente a su casa o la del ministro Ábalos y alertó: "Esto se sabe dónde empieza pero no dónde acaba".

Este martes en Galapagar, un tramo de la calle donde se encuentra la casa de Iglesias, y la ministra Irene Montero, ha sido cortada al tráfico por agentes de la Guardia Civil.

El lunes se reforzó la seguridad en las cercanías del chalé, según informan fuentes del Instituto Armado. Tanto este martes como en los días precedentes las protestas se han saldado sin incidentes en Galapagar.

Un día más, la calle de Núñez de Balboa, en el distrito madrileño de Salamanca, fue uno de los sitios más concurridos por los manifestantes, lugar donde se iniciaron las protestas.

Los agentes desplegado en el lugar tomaron los datos de uno de los representantes de Movimiento de Resistencia, organizadores de la convocatoria.

Sin embargo, el paseo de la Habana ha sido este martes la zona donde se han reunido más personas, varios centenares, entre ellos una pancarta con la bandera de España y la palabra "libertad".

El amplio dispositivo policial ha evitado que frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz, los manifestantes, alrededor de dos centenares, cerraran el tráfico como en los dos días precedentes.

En todo momento, los agentes han requerido a estas personas que circularan por las aceras y no se quedaran parados en las cercanías de la sede socialista.

En otras zonas como Montecarmelo, Sanchinarro, Pinar de Chamartín, Aravaca y en municipios de la periferia como Arganda, Majadahonda, Las Rozas o Pozuelo, ha reinado la tranquilidad y ha disminuido el número de asistentes respecto a otras jornadas.

Otros barrios de Madrid han vivido la jornada con tranquilidad como la Plaza de Colón, Vallecas o Villaverde.

Tensión en Alcorcón

El único momento de tensión que se ha vivido en estas manifestaciones ha sido en la localidad de Alcorcón donde hubo un enfrentamiento verbal entre los miembros de la cacerolada y otro grupo contrario.

El Ayuntamiento de este municipio decretó el cierre de la Plaza de los Príncipes de España, lugar donde se organiza la concentración, para evitar aglomeraciones y que no se produjeran confrontaciones. Sin embargo, la actuación policial consiguió evitar que el incidentes fuera a mayores.

En los últimos estas protestas se han reproducido en otros puntos de la geografía española como Toledo, Navarra o Murcia, donde se concentran en la Plaza de Santa Catalina portando banderas de España y con el himno de fondo, desde el pasado fin de semana.