El juez del Juzgado de Instrucción número 27 de Madrid ha archivado la querella interpuesta por la Fundación Francisco Franco contra la concejala del Ayuntamiento de Madrid, Celia Mayer, por su actuación en materia de Memoria Histórica, al entender que "no ha quedado justificada la perpetración del delito denunciado".

En su querella, la Fundación Francisco Franco acusaba a la edil de Ahora Madrid de prevaricación administrativa por la retirada del monolito al Alférez Provisional, una actuación realizada cuando Mayer tenía todavía las competencias de Memoria Histórica como responsable de Cultura en el ayuntamiento de la capital.

El juez no ve "justificada la perpetración" de dicho delito y estima que procede sobreseer provisionalmente la causa. Y recuerda que la retirada del monolito "fue fruto de un acuerdo del Ayuntamiento de Madrid, aprobado por mayoría", en el que "se ignoró por todos los concurrentes que el monumento se encontraba catalogado con un nivel de protección tres".

Además, señala que "fue repuesto en el lugar donde se encontraba, y sin que pueda apreciarse daño alguno". "De lo que se deduce que habiéndose tenido conocimiento de su catalogación, se ha dejado sin efecto el acto, y se ha subsanado, salvando de esta manera cualquier ilicitud", añade.

Tras el archivo de la querella, con fecha de 11 de julio, cabe interponer recurso de reforma y subsidiario de apelación dentro de los tres días siguientes a su notificación, o bien, recurso de apelación directo dentro de los cinco días siguientes a la última notificación.

Celia Mayer ordenó en febrero del año pasado comenzar con la retirada de los monumentos franquistas de la capital, y levantó en primer lugar la placa por el fusilamiento de unos monjes carmelitas en el cementerio parroquial de Carabanchel Bajo, una lápida dedicada al falangista José García Vara y el monolito al Alférez Provisional.

LA DECISIÓN DEL AYUNTAMIENTO

Tras las críticas unánimes de la oposición por la actuación de la entonces delegada de Cultura, el equipo de Gobierno de Manuela Carmena suspendió la retirada de los vestigios hasta tener desarrollada una normativa municipal que indicase cómo aplicar la legislación.

Además, ordenó reponer la placa en homenaje a los carmelitas fusilados al admitir que este monumento no incumplía la ley de memoria histórica, pero no procedió del mismo modo con el monumento al Alférez Provisional, al entender que su retirada sí cumplía con esta norma.

El monumento, erigido en 1960 y ubicado desde entonces en la calle Felipe IV, frente al Casón del Buen Retiro, fue desmontado y retirado "por la vía de hecho y prescindiendo absolutamente de la normativa legal reguladora", según argumentó la Fundación Francisco Franco en su querella.

Cuando Mayer acudió el pasado mes de noviembre a los juzgados de Plaza de Castilla para prestar declaración por este asunto, desde el ayuntamiento explicaron que el monumento se ordenó reponer antes del 5 de febrero de 2016, cuando la Fundación Francisco Franco interpuso la querella, y se devolvió a su lugar "a los pocos días".

La actuación de Mayer en materia de Memoria Histórica llevó a todos los grupos municipales, incluido el PSOE, a pedir a Manuela Carmena la dimisión de su responsable de Cultura, lo que ella rechazó a cambio de acometer una remodelación del área.

Esos cambios se concretaron un mes y medio después, cuando la alcaldesa quitó a Mayer las competencias sobre Memoria Histórica y creó un comisionado dependiente de Alcaldía encargado de elaborar el plan de Memoria Histórica de Madrid.

Finalmente, Mayer fue relevada del área de Cultura y se convirtió el pasado mes de marzo en responsable de la nueva área de Políticas de Género y Diversidad.