Inés Arrimadas seguía ayer en el foro Primera Plan@ de ElPeriódico de Catalunya con la voz bastante tomada después de tanto acto electoral, pero forzó las cuerdas vocales para redoblar sus llamamientos a concentrar el voto constitucionalista en su partido con un nuevo ataque al presidenciable del PSC: «Muchos socialistas no entienden cómo el señor Miquel Iceta veta a Ciutadans y promete inmediatamente el indulto a Oriol Junqueras». Según sus previsiones, esos gestos indican que «se está preparando un acuerdo para formar un tripartito entre PSC, Esquerra y Podem», lo que consideró que serviría para «alargar el procés».

Para evidenciar las distancias en ese ámbito con los socialistas, Arrimadas remató con que su partido está totalmente en contra de los aforamientos a los políticos y de los indultos por malversación porque no se les puede tratar diferente que a la gente de a pie. Pero, volviendo a los pactos, también lanzó un puñado de invectivas a los comuns. «Podemos tiene un problema: sus dirigentes son abiertamente independentistas, como su número dos, Elisenda Alamany, pero sus votantes no lo son. Si al final dependemos de los comuns [para formar gobierno], tendrán muy difícil explicar a sus votantes que se alarga el procés y no se dedica el dinero invertido en este en políticas sociales», aseveró.

En todo caso, el objetivo de Ciutadans pasa por no necesitar siquiera de la abstención de Catalunya en Comú-Podem y tratar de forjar un Govern solo con PSC y PPC. «No es ninguna utopía. Tenemos una oportunidad de oro», manifestó la cabeza de cartel. Y para empezar a tender puentes puso sobre la mesa la idea de incorporar a independientes sin carnet de partido en ese hipotético ejecutivo. Eso, reflexionó, permitiría facilitar alianzas, que en el caso del PPC los naranjas dan por hechas.

El problema para Arrimadas, sin embargo, sigue siendo que Iceta se mantiene firme en su rechazo a investirla presidenta. El líder socialista, que ya pinchó hace días el globo sonda de los indultos y niega por activa y por pasiva que vaya a pactar con los independentistas, continúa confiando en que será necesario el concurso de los comuns y que estos apostarán por él. Un encaje de bolillos que en Ciutadans ven harto difícil porque temen que los de Xavier Domènech se acaben decantando hacia ERC y fuercen al PSC a hacer lo propio. Por eso tratan de evidenciar que a Iceta no le queda más remedio que alinearse con ellos.

Pero Arrimadas no deja de repetir en sus actos que para que eso se cumpla entra en juego un elemento clave.

Ara sí, votarem es el lema de campaña de los naranjas, que no han dejado de llamar a la movilización de los contrarios a la independencia en ninguno de sus mítines. Al margen del trasvase de votos de un partido a otro, en el cuartel general de Ciutadans tienen muy claro que la participación puede ser determinante para decantar el resultado hacia un bloque u otro y, como el resto de fuerzas en liza, no quieren dar por hecha una masiva afluencia a las urnas, sobre todo por la incógnita de unas elecciones en día laborable. «La clave será hacer salir a la calle a la gente a votar como no se ha hecho nunca», subrayó la aspirante. Con los últimos sondeos publicados evidenciando un tira y afloja por la mayoría absoluta hasta el último momento, een Ciutadans también miran con lupa su pugna con ERC por ser el partido más votado.