Abdelhouahab Taib, el argelino de 29 años que murió el lunes abatido por una agente de los Mossos d’Esquadra tras atacar la comisaría de Cornellà, se despidió de su mujer, de quien se estaba separando, con un SMS, enviado la víspera del ataque. «Me voy, inshallá (si Dios quiere), al gran sitio que está arriba», le comunicó. Taib y Luci, su esposa, habían firmado el acuerdo de divorcio el pasado martes, aunque el proceso de separación había comenzado hacía casi un año, cuando él confesó que era homosexual.

Aquella firma, que certificaba el final del matrimonio, y que le dejaba sin coartada para seguir escondiendo su orientación sexual, le angustió hasta el punto de perder la cabeza. Hasta ese día, Taib había seguido viviendo en el domicilio de los Bloques de la Siemens y escapando con amigos que lo venían a buscar por la noche en un momovolumen blanco. Pero el divorcio le obligó a enfrentarse a la realidad, y exponer su condición de homosexual dentro de una comunidad musulmana que él temía que podía repudiarle. Durante la última semana, se levantaba de madrugada inquieto, rezaba, hablaba solo, buscaba ayuda en la religión. El domingo por la noche envió el SMS a Luci y, sobre las 04.00 horas de la madrugada, salió de casa. Una hora después, se presentó en la comisaría -que está a solo unos 200 metros- y, gritando «Alahu Akbar», trató de apuñalar a una agente que abrió fuego contra él. Según interpretaría Luci horas más tarde, estaba pensando en suicidarse.

Este SMS de despedida de Taib a Luci consta en el sumario del caso que instruye la Audiencia Nacional junto a otros escritos hallados en el registro del domicilio familiar. Uno de ellos, avanzado por la cadena SER y confirmado por este diario, es, según los investigadores, un «escrito de oración» -no una carta de suicidio- en el que Taib pide «ayuda» a Dios y alude a un «asunto» que es «una maldición» para él, aunque no concreta a qué se refiere. Se deduce que se refiere a su condición homosexual.

Esta es la traducción que ha divulgado el citado medio de la carta manuscrita de Taib: «Oh Dios te pido clemencia de tu sabiduría y pido clemencia de tu poder y te suplico a tu gran generosidad ya que eres el más poderoso y yo el menos ya que tú eres el sabio y yo el menos y tú sabes más allá o Dios si sabes que en este asunto hay (...) el bien para mí para mi religión y mi subsistencia y todo relacionado conmigo y lo que me has predestinado, facilítalo y bendícelo para mí oh Dios si sabes que este asunto (...) va en contra de mi religión y de mi sustento alejado de mí y haz que mi destino sea bueno y haz que lo acepte».

La fiscalía, a la luz de estas última revelaciones, sospecha que Taib pudo atacar la comisaría de Cornellà en un momento de controversia personal grave -motivado por el hecho de ser gay dentro del colectivo musulmán- y que tal vez buscara con aquella acción una suerte de «redención religiosa», suicidándose o morir matando. El SMS de despedida a su mujer apuntalaría esta sospecha: se refugió en la religión y en la práctica del islam para redimirse con una muerte que le aportara «buena fama».

INTENCIÓN DE ACUCHILLAR / Según las grabaciones de la comisaría, los investigadores creen que Taib tenía una clara intención de clavar el cuchillo a la mossa que acabó abatiéndole, ya que se lanzó hacia ella y, tras un intento fallido, la persiguió por las dependencias policiales. En total, la agente disparó en cuatro ocasiones al asaltante, si bien solo tres impactaron, según las mismas fuentes.

Con todo, no se descarta por el momento la intención terrorista del abatido, del que no había constancia de que se intentase suicidar en otra ocasión, por lo que la Audiencia Nacional seguirá investigando los hechos.

Hasta ahora no hay constancia de que perteneciese al Estado Islámico ni se han encontrado en su casa material relacionado con la organización terrorista, si bien los agentes sí que hallaron el texto de la última oración que realizó antes del ataque.

Todavía queda por examinar los los ordenadores, teléfonos y tabletas digitales intervenidas y practicar más diligencias que permitan dilucidar si el asaltante sufrió un cambio relevante que le llevase a actuar de esta forma y sobre todo si intervinieron terceras personas en el mismo.

Por lo tanto, los diferentes cuerpos de seguridad seguirán trabajando en la investigación bajo la misma fórmula que la adoptada tras los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) del 17 de agosto de 2017. La investigación será centralizada por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo (CITCO) del que forman parte entre otros Guardia Civil, Policía Nacional y Mossos d’Esquadra, bajo la dirección del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno y de la Fiscalía de dicho tribunal.