El 10 de noviembre se celebrarán las cuartas elecciones generales en cuatro años. Un récord de inestabilidad política que podría espolear la abstención en los próximos comicios, convocados ante la incapacidad de los partidos de ponerse de acuerdo en la formación de un Gobierno. A falta de detectar las consecuencias de la desafección, el promedio de las encuestas publicadas hasta la fecha otorgan al PSOE una cómoda victoria, apuntan a una recuperación del PP y vaticinan sendos reveses para Unidas Podemos y Ciudadanos. También la ultraderecha de Vox sufriría un retroceso.

Este es el promedio de todos los sondeos electorales publicados desde que se confirmó la nueva cita con las urnas.

La convocatoria electoral del 10-N será la primera en la que se aplique la reforma legislativa del 2016 que acortó el calendario electoral de 54 a 47 días cuando la cita con las urnas es una repetición motivada por la falta de una investidura. Esta modificación implicará una campaña más corta, de tan solo ocho días (del 1 al 8 de noviembre), y en la que solo se podrán publicar encuestas hasta el día 4.