Cuando a sir Winston Churchill le preguntaron qué opinaba de los franceses, contestó algo así como: "No sé, son muchos y no los conozco a todos". Buen antibiótico para combatir estigmas y generalizaciones. Los 5.553.983 catalanes que este jueves están citados a las urnas son un electorado plural que ha evolucionado en paralelo a la metamorfosis que ha sufrido Catalunya en el último decenio.

Según un estudio reciente del Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP), dos tercios de los catalanes (67,9%) se sienten de izquierda o centroizquierda, frente a un 11,9% que se declara de centro y un 10,3% que asegura ser de derecha o centroderecha. Esta mayoría social progresista es una constante como mínimo desde hace 17 años en los estudios del GESOP, hasta el punto de haber resistido los embates del viraje soberanista.

Si nos movemos en el eje nacional, el 37% de los catalanes dicen sentirse tan catalanes como españoles; el 28,9% se confiesa únicamente catalán, y el 21% se declara más catalán que español. La suma de estos dos últimos porcentajes roza el 50%. Un 4,8% se siente solo español y el 3,1%, más español que catalán. La compatibilidad entre catalanidad y españolidad también es el sentimiento mayoritario desde principios del milenio, aunque la suma de las dos opciones más catalanistas se impone a la anterior desde junio del 2011, un año antes de la singladura oficial del 'procés'. No obstante, ambas vías se turnaban en cabeza ya en los estertores del pujolismo (septiembre del 2003) y durante los siete años de tripartito (2003-2010), en especial durante la gestación del Estatut.

Preguntados abiertamente por el sentimiento soberanista, el 51% de los catalanes se declaran no independentistas y el 45,3%, independentistas. De estos últimos, el 24,9% revela que ha abrazado la causa secesionista en los últimos años, mientras que el 20,4% sostiene que lo ha sido toda la vida. La fractura de la sociedad en este ámbito se plasma desde que el 'procés' echó a andar, pero en la mayoría de encuestas de los últimos años el sentimiento no independentista ha aventajado por estrecho margen al secesionismo. Donde hay más partidarios de la ruptura con España es entre los jóvenes, los que tienen mayor nivel de estudios y los residentes en municipios pequeños.

Por partidos, los 'comuns' son la única fuerza que consigna un electorado algo más transversal en este asunto, pero dos de cada tres votantes se declaran no independentistas. Según los estudios del GESOP, los electorados de Junts per Catalunya y del PSC son los más cercanos al votante medio en cuanto a ideología, mientras que el electorado de los 'comuns' representa mejor a la media del país en lo que a sentimiento de pertenencia se refiere.

Sociodemográficamente hablando, un tercio del censo del 21-D tiene 60 años o más; el 27%, de 45 a 59 años; otro 27%, de 30 a 44 años; y el 13%, de 18 a 29 años. El 52,1% son mujeres y el 47,9%, hombres. Siete de cada 10 votantes han nacido en Catalunya y uno de cada cuatro, en el resto de España. El 38% usa el catalán como lengua habitual; el 31% prioriza el castellano, y el 29,8 utiliza indistintamente ambos idiomas. El 35,9% tiene un nivel de estudios medio; el 34,1%, alto; y el 29,8%, bajo. La mitad de censo, el 52,1%, tiene trabajo; el 26,6% es jubilado o pensionista; el 7,6% estudia, el 7,3% se ocupa de tareas del hogar y solo el 6% está en paro.