La ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, ha defendido que la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco de este jueves fue un "acto de todos". "No fue tanto un funeral, obviamente no fue un funeral y todos lo pudieron ver. Fue un acto de Estado, institucional", ha subrayado Delgado en Onda Cero.

Sobre su papel en el acto, Delgado ha recordado que su labor era dar fe del proceso como notaria mayor del Reino y ello "requería seriedad". Y ha evitado comentar si hubo algún momento de tensión con la familia Franco, ha señalado que del otro lado "había una familia" y el Gobierno tenía que respetar "las sensibilidades".

Conversaciones a bordo del helicóptero

Este jueves, en la Cadena Ser, la titular de Justicia también habló sobre cómo había vivido el día de la exhumación. "En el helicóptero iba pensando en el significado de lo que estábamos viviendo. Me he abstraído de cualquier conversación o comentario porque estábamos viviendo un momento histórico", respondió al ser preguntada por si había conversado con Francis Franco, nieto del dictador.

La ministra, que en el helicóptero estaba situada frente al féretro y con una ventanilla situada a su derecha, explicó que durante el viaje le han venido a la cabeza las historias que le han contado multitud de personas durante los distintos actos en los que ha participado a lo largo del año con motivo del 80 aniversario del exilio republicano.

Posición institucional

"Creo que mi deber y obligación era mantener una posición muy institucional porque es una situación de estado que nos afecta a todos", subrayó Delgado, antes de recalcar que su función era "oír y anotar las circunstancias" de las que tiene que dar fe.

La titular de Justicia también recordó que el acto privado en el interior de la basílica del Valle de los Caídos fue "muy oficial e institucional", con una parte material para sacar los restos de la fosa y una parte "emocional, simbólica y significativa".