P ablo Casado convocó una reunión extraordinaria el viernes con el comité de dirección del Partido Popular y algunos asesores claves en la que analizaron qué pasos debe dar el partido, a corto y medio plazo, para lograr sortear los atolladeros que les rodean. Son tres principalmente: la operación kitchen , el dispositivo que presuntamente organizó el Gobierno de Mariano Rajoy para robarle a Luis Bárcenas pruebas de la financiación irregular del PP; la comisión de investigación sobre este escándalo en el Congreso, y la anunciada moción de censura de Vox, que servirá a los ultras para erosionar a su competidor denunciando la corrupción.

El presidente del PP también ha telefoneado estas últimas horas a varios dirigentes autonómicos con el objetivo de escuchar sus análisis y hacerles partícipes de la estrategia que pondrá en marcha si Jorge Fernández Díaz o María Dolores de Cospedal son imputados en el marco del caso Kitchen .

Según fuentes conocedoras de la reunión y de las llamadas, Casado les pidió propuestas e iniciativas para superar esta situación crítica y mostró su voluntad de ser rotundo a la hora de distanciarse de la operación que el Ministerio del Interior, con uso de fondos reservados, montó, supuestamente, para proteger al partido en el Gobierno. El martes, cuando le preguntaron por el asunto, afirmó que en los años que están siendo investigados, del 2013 al 2015, él era un simple «diputado por Ávila». «Fue insuficiente» y «ambiguo», opinaron algunos dirigentes del partido. Varios le han aconsejado que tiene que decir claramente que debe aplicarse la ley y que, si alguien ha cometido un delito, debe responder por ello. Un trabajador veterano del partido le ha recordado que Cospedal ya tuvo que romper con el otro pasado, el de la Gürtel, que se consideraba legado de Aznar. La entonces secretaria general, el día en el que la opinión pública leyó por primera vez, en El Mundo , que dirigentes del PP habían recibido durante años sobres con dinero negro afirmó: «En el PP, quien la hace la paga y cada uno aguanta su vela».

Pero, en realidad, esa frase no era tan valiente. Aquel día, 18 de enero del 2013, no se sabía que Bárcenas guardaba los libros en los que anotaba los pagos y que, entre los que habían recibido el dinero en b, estaban, entre otros, Rajoy, Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja y la propia Cospedal. El País publicó los papeles de Bárcenas unos días más tarde, el día 31.

Un alto cargo regional subraya la distancia que separa al actual líder del partido de Rajoy y Cospedal, pese al apoyo que ella le dio. «Él se presentó a unas primarias en abierta confrontación con todo eso [en referencia a la corrupción], incluida Cospedal». «No quiso heredar a Rajoy, sino combatirlo».

En la cúpula del PP se saben entre dos fuegos: por la derecha, Vox, con una moción de censura (sin fecha) que ya no será solo una herramienta contra Pedro Sánchez, sino también contra Casado, y, por la izquierda, PSOE y Podemos, que desdeñarán cualquier iniciativa que presente como oposición y a la comisión de investigación que previsiblemente se creará para investigar al partido. H