José María Aznar ha reaparecido para dejar claro su postura sobre el 21-D. Y lo ha hecho publicando a través de FAES, la fundación que dirige, un análisis electoral en el que sin disimulos bendice el «logro extraordinario» que en Cataluña ha protagonizado Inés Arrimadas, al tiempo que critica la falta de «estrategia, discurso y política» de Mariano Rajoy y reclama no culpar de la debacle al popular Xabier Albiol. No es novedad que Aznar arremeta contra Rajoy, pero sí relevante que insista cuando los números cosechados en las urnas debilitan la posición del presidente del Gobierno y en que el partido, acostumbrado a no poner peros al jefe de turno, aún no se ha recuperado de un golpe durísimo.

En el documento de FAES se recalca que los resultados que Cs ya obtuvo en el 2015, superando claramente al PP, evidenciaban que los de Albert Rivera se estaban convirtiendo en «la opción preferente del constitucionalismo». También se recuerda que, ya entonces, Aznar y su equipo recomendaron a Rajoy que emprendiera «un proceso muy profundo de reflexión». «No hay, por tanto, casualidad ni razones puramente coyunturales que expliquen la progresión electoral de este partido», se espeta, replicando a los que se esfuerzan en estas horas en desinflar el miedo a un sorpasso naranja más generalizado.

La publicación de este análisis electoral traerá cola en un PP que calla pero que difícilmente esconde la preocupación por sus pírricos resultados el 21-D. No es que Aznar tenga aún predicamento en las filas populares, pero sí capacidad para revolver y como poco nublar el intento de Rajoy de buscar un prietas las filas en una Ejecutiva que se celebró a las pocas horas de que terminara el recuento electoral en Cataluña . En esa cita, que se produjo a puerta cerrada, apenas hubo autocrítica. Y se señaló a Rivera como principal responsable de lo acaecido por llamar al «voto útil».

Aznar cree estéril culpar a Cs de todos los males y anticipa los posibles ataques internos que pueda recibir por decirlo. «Es evidente que el llamado voto útil constitucionalista se ha ido a Cs. Pero eso, lejos de explicar los resultados del PP, es lo que necesita una explicación. Sabemos que cualquier apelación a la reflexión en este sentido será despachada con desdén, la humorada o el habitual reproche de inoportunidad o deslealtad. Habría que esperar al menos que la responsabilidad de los resultados no sea cargada, injustamente sobre las espaldas del candidato. Y sería de agradecer que no se insistiera en culpar de este mal resultado a Ciudadanos», se añade.

Dicho esto, se abordan las consecuencias del despliegue del 155 y se plantea la pregunta de por qué si eso, como asevera el Gobierno, es esencial para entender el resultado, ha centrado la campaña del PP de forma monotemática. «El Gobierno tendrá que prepararse para una situación política de una extraordinaria complejidad a la que habrá que hacer frente con mejor equipaje estratégico, discursivo y político que hasta ahora».

Finalmente, Aznar da un toque a Soraya Sáenz de Santamaría, quien sostuvo que Rajoy había «descabezado» a los partidos independentistas. «Los resultados de Cataluña distan bastante de la observación escuchada en campaña que consideraba ‘descabezado’ al independentismo. [...]. Frente a ese desenlace, el triunfo de Cs es un logro extraordinario,se dice.