El expresidente del Gobierno José María Aznar ha afirmado que Vox es "un partido que quiere hacer reformas dentro del orden, pero que no es un partido fuera del sistema, como puede ser el caso de la extrema izquierda de Podemos. Es un partido en el sistema, pero que quiere reformar el sistema", en una entrevista en 'El Mundo'.

"Otra cosa distinta es que me guste más o menos lo que dicen", ha añadido antes de dejar claro que "hay cosas en el ideario (de Vox) que no me gustan, como la propuesta de liquidar el estado de las autonomías".

Durante la charla, Aznar ha expresado que cree que Catalunya es una comunidad fallida por culpa de los secesionistas y considera "indispensable" una intervención "a fondo de la autonomía catalana, sin límite de tiempo y de todas las instituciones".

"Kaleborrokización progresiva"

Aznar señala que en Catalunya se vive una "situación insurreccional" y advierte de que "cuanto más tiempo pase, más alto será el precio". En su opinión, el mayor problema que tiene España es, en buena medida, "el PSOE de hoy, el de Pedro Sánchez", que depende de las fuerzas independentistas que "invitan incluso a la 'kaleborrokización' progresiva de Catalunya".

"Sería muy deseable salir cuanto antes de esa situación", insiste Aznar, para quien el PSOE de Sánchez ha dejado de ser un partido constitucionalista. La intervención de Catalunya a través del artículo 155 de la Constitución debe ser "total" e "indefinida" para preservar el orden constitucional y la "continuidad histórica de España", y no meramente para "convocar elecciones" como, en su opinión, fue el objetivo de Mariano Rajoy al activarlo, que no logró "desmontar un golpe de Estado". "La aplicación se hizo tarde y mal", afirma el expresidente que considera que la "clave nacional" ha sido fundamental en el resultado de las elecciones andaluzas.

El expresidente ha rechazado ser el padre intelectual de las tres formaciones de derecha y centro derecha: "No soy tan presuntuoso para creerme eso. El mundo puede vivir sin mí". Del actual líder del PP, Pablo Casado, ha asegurado que es la persona que puede devolver la fortaleza al partido, que "no es un líder político superficial, tiene ideas, convicciones, valores y principios, y sigue la regla de un pensador norteamericano muy relevante que dice: huye algo de internet y lee". Por eso, valora la renovación en la cúpula del PP como "un buen comienzo" y vaticina que la próxima convención del partido será "determinante, histórica".