Los exdiputados de la CUP Antonio Baños y Eulàlia Reguant han abandonado la sala del Tribunal Supremo (TS) en la que se juzga a los responsables del 'procés' tras negarse a responder a Vox. En su calidad de testigos, estaban obligados a contestar a las preguntas de la acusación particular, que ejerce el partido ultraderechista.

Tras manifestar Baños que no pensaba responder a Vox, el presidente del tribunal, Manuel Marchena, le ha recordado que, como testigo, tenía que contestar a la acusación particular y se ha ofrecido a hacer de intermediario trasladándole las preguntas de Vox. No obstante, el exdiputado anticapitalista ha acabado rechazando esa opción y ha abandonado la sala.

Seguidamente ha sido Reguant la que debía testificar y, como Baños, ha expresado que no respondería ante "la extrema derecha". Marchena le ha recordado que, en ese caso, deberá afrontar ante un juzgado su responsabilidad por negarse a declarar.

LA SANCIÓN

La ley prevé una sanción de multa de entre 200 y 5.000 euros por resistirse a prestar obligación en un juzgado estando obligado a ello.

El presidente del tribunal ha señalado que había sido la acusación la que había solicitado la prueba testifical de su declaración y que, por tanto, no tenía sentido que permaneciera en la sala. La defensa ha intentado intervenir, pero Marchena ha sido tajante al afirmar que no podía "sentar un precedente" contraveniendo la norma.

La exparlamentaria había pedido anteriormente declarar en catalán, a lo que Marchena le ha respondido que, como en el caso de Joan Tardà, que también lo ha pedido por la mañana, no era posible.