Rita Barberá ha reaparecido este martes en el Senado, cámara que no pisa desde que el Tribunal Supremo le abrió una investigación penal por presunto blanqueo de capitales, lo que motivó su baja en el PP. La senadora, con semblante serio, no ha querido hacer declaraciones a los medios a su llegada y tan solo ha pedido al aluvión de cámaras y periodistas que seguían sus pasos que la "dejaran" pasar. Pero luego ha participado en la reunión del grupo mixto, al que se ha incorporado tras romper su carnet de militante del PP, y ha posado ante los medios gráficos con una sonrisa.

En dicho encuentro, la senadora ha comunicado a sus nuevos compañeros que renuncia a ocupar la portavocía cuando le toque el turno, así como al complemento salarial por pertenecer al grupo mixto. Eso sí, ha manifestado su interés en ser portavoz en la comisión Constitucional o de Economía.

Pero partidos como Compromís o PDC se han opuesto a que Barberá, que era vocal en dos comisiones en el grupo popular, mejorara su posición al alcanzar una portavocía. Por ello, tras un intenso debate, del que se ha ausentado la senadora, el grupo ha decidido por mayoría que la exalcaldesa se incorpore a una comisión, la deincompatibilidades, la última que se repartió, y ocupe el puesto de viceportavoz, porque el reducido número de integrantes del mixto les impide ser vocales rasos. Compromís, PDC y CC han votado a favor, mientras que C's o Foro Asturias en contra.

Su nueva ocupación le reportará en torno a 600 euros más al mes -unos 4.000 euros en total-, pero no los casi 4.000 euros extra que le podrían haber supuesto el haber sido portavoz de grupo o de comisión. Por ello, Compromís y PDC han mostrado su conformidad con la decisión.

Esta tarde está previsto que la senadora participe en el pleno, donde ocupará el escaño 301, situado en el llamado gallinero, en la última fila del bloque central, cerca de algunos de sus excompañeros del PP. Eso sí, no tiene previsto participar en el debate.