Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, justificó ayer ante la juez una subida de los salarios del comité de dirección de esta entidad en el 2008 por el aumento de sus funciones tras la salida de uno de sus miembros, Ramón Ferraz. Por su parte, Ildefonso Sánchez Barcoj, exdirector financiero de la caja, confirmó que la parte variable de estos salarios era decidida por Blesa, según un acuerdo de la entidad de 1994. Estas declaraciones se llevan a cabo después de que la fiscalía anticorrupción pidiese que se desgajaran del 'caso Bankia'.

El FROB (Fondo de Reestructuración Bancaria) remitó un dictamen a la fiscalía en el que establecía que esta subida salarial, que rondó entre el 26 y el 16%, había causado un perjuicio de 14, 8 millones de euros. Y pidió que se investigara en una pieza separada del 'caso Bankia' que tramita en la Audiencia Nacional el juez Fernando Andreu. La pasada semana el Tribunal Supremo estableció que el juzgado competente es el 45 de Madrid que dirige la magistrada Luisa María Prieto.

Blesa, que compareció durante hora y media, aportó al juez varias actas de los consejosde Caja Madrid para acreditar la legalidad de esta subida salarial. El FROB denunció que la masa salarial del comité de dirección se mantuvo igual después de que el comité quedara reducido a nueve personas. El expresidente de Caja Madrid explicó que este informe contiene "serios errores", ya que le faltan "documentos esenciales" que fueron aportados en su declaración y que estaban en la causa de Andreu.

También explicó que la indemnización que percibió Enrique de la Torre (4,77 millones de euros), la mano derecha de Blesa en la caja, contó con todos los informes favorables al igual que el sistema de retribuciones. Y recordó que firmó con los sindicatos un acuerdo para que los planes de pensiones de los empleados no tuvieran cargas fscales.

Por su parte, Barcoj confirmó que el salario del comité de dirección era fijo y variable y que las variables las fijaba el presidente porque era una de sus potestades. Su declaración también se prolongó durante algo más de una hora.

La jueza no les impuso ninguna medida cautelar tras estas declaraciones. En este proceso está personado el sindicato ultraderechista Manos Limpias que anunció que pedirá nuevas declaraciones a la juez.

Blesa entró y salió de los juzgados de Plaza Castilla de Madrid por el garaje para evitar a un grupo de preferentistas que le esperaban en la entrada de esta sede judicial. Además, estuvo protegido por agentes de policía y por miembros de la seguridad privada del edificio.