La candidatura socialista a las elecciones europeas, como la destinada a la alcaldía de Madrid, es una de las grandes decisiones orgánicas que debe tomar a corto plazo Pedro Sánchez. Con los comicios a finales de mayo, el presidente del Gobierno tiene que designar un aspirante, como muy tarde, en marzo. Uno de los principales colaboradores del líder del PSOE, José Luis Ábalos, ministro de Fomento y secretario de Organización del partido, lleva tiempo señalando a Josep Borrell como el idóneo para este papel. Sánchez lo comparte. "Podría ser un extraordinario candidato a las europeas", dijo el jefe del Ejecutivo la semana pasada en una entrevista con Efe.

El titular de Exteriores había tomado distancia hasta ahora sobre este nuevo destino hipotético, pero este lunes, durante un desayuno informativo organizado por Europa Press, ha abierto la puerta. El mensaje no ha sido muy claro, pero las frases de Borrell sobre este asunto, en el que se ha movido con cierta incomodidad, han ido en la misma dirección.

Primero, Borrell ha dicho que "de momento" está en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Después, cuando le han preguntado si sabe quién será el aspirante del PSOE a las europeas, que se celebrarán junto a las municipales y autonómicas, ha contestado: "Sí, lo sé, pero por conductos colaterales". Más tarde, ha dejado claro que cabe la posibilidad de que él mismo encabece la lista: "Yo no he dicho que no vaya a ser el candidato". Y por último, ha recordado su capacidad para asumir distintos retos profesionales. "Yo tengo un problema. Durante toda mi vida me ha gustado demasiadas cosas a la vez", ha señalado.

PROS Y CONTRAS

La candidatura de Borrell cuenta con varios argumentos a favor, señalan fuentes socialistas. Es un profundo conocedor de las instituciones europeas (fue presidente de la Eurocámara durante tres años y medio, entre el 2004 y el 2007), un adversario muy complicado en los debates y un dirigente conocido. Su edad (nació en 1947) y la reciente sanción que le impuso la Comisión Nacional del Mercado de Valores, debido al uso de información privilegiada para vender acciones de Abengoa, juegan en su contra.

Con la salida del ministro, en cualquier caso, Sánchez se vería obligado a llevar a cabo una crisis de gobierno, la tercera tras las dimisiones de Màxim Huerta y Carmen Montón. Y podría no afectar solo al dirigente catalán. Fernando Grande-Marlaska y Reyes Maroto, ministros de Interior e Industria, respectivamente, suenan como posibles candidatos a la alcaldía de Madrid.