El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, ha explicado al diario británico 'Financial Times' que el Gobierno ha tratado de "reducir la inflamación" y rebajar el tono de la disputa en Cataluña, pero que no es posible "resolver problemas imaginarios" de separatistas que "viven en un mundo virtual".

Así, afirma que el diálogo no puede funcionar cuando el Gobierno sigue "chocando contra demandas imposibles de aceptar", como el derecho de secesión contrario a la Constitución española de 1978, ha dicho en la entrevista.

Borrell opina que las elecciones del 28 de abril son de "importancia existencial" y avisa de que la democracia española está siendo minada por una cultura del insulto y la provocación, a cargo de una derecha cada vez más radical y de los separatistas catalanes. "Estamos jugando con fuego. Hay una exacerbación sistemática de la tensión y el conflicto, incitada por gente de los dos lados, porque es de lo que viven", ha sostenido.

EL VETO DE CIUDADANOS

En este contexto, tacha de "incomprensible" que Ciudadanos y su líder, Albert Rivera, hayan vetado cualquier acuerdo con el PSOE después del 28 de abril, porque cree que eso va a polarizar aún más el país.

"¿Qué mensaje está mandando a los votantes? Está diciendo que el PSOE no tiene más opción que depender de los separatistas y que la derecha solo puede gobernar con la extrema derecha", dice Borrell, añadiendo que esto supone "una invitación a la inestabilidad extrema" y quien quiera eso "está dañando al país".

A su juicio, un Gobierno tripartito de la derecha elevaría "las tensiones territoriales", supondría una "enorme regresión" en los derechos de las mujeres y las libertades civiles y pondría en cuestión la integración europea en áreas muy sensibles como la inmigración.

En el ámbito europeo, el ministro defiende que España podría capitalizar el 'brexit', aumentando su papel en la Unión junto a Francia y Alemania, que son "indispensables pero no suficientes". En su opinión, los europeos deben pasar de ser "píos" a ser "críticos" y definir la Europa que quieren además de advertir de los riesgos de dar por sentadas conquistas como la Europa sin fronteras.