En el mismo escenario, el Jardí Botànic de Valencia, y con los mismos actores (Ximo Puig, Mónica Oltra y Antonio Montiel), el PSPV, Compromís y Podemos renovaron y ampliaron este miércoles el acuerdo que propició hace un año y medio el cambio de gobierno en la Comunidad Valenciana. 200 medidas centradas especialmente en la economía y un anexo con reivindicaciones ante el Gobierno de España.

Con una puesta en escena deliberadamente austera (una mesa plegable con un par de manteles negros y tres sillas de plástico), en un ambiente de cordialidad y con 40 minutos de retraso, los tres socios firmaron un documento con el que buscan velocidad, su gran preocupación. Culparon de los retrasos a la herencia del PP. “Hay una cierta preocupación respecto al ritmo, nos gustaría ir más rápido pero la situación era mucho peor de lo que creíamos”, aseguró Puig. “Había una situación de catástrofe social”, apuntó Oltra.

POCA AMBICIÓN

Todos dieron por cumplidos los grandes objetivos de su primer pacto, en parte, como admitió la vicepresidenta, porque no eran muy ambiciosos. “Era un pacto prudente, no una carta a los Reyes Magos”, señaló. “El primer punto era dar cobertura a las personas que más lo necesitaban. Ahora vamos a incidir en la transformación del modelo productivo”, afirmó Puig, para quien los indicadores ya muestran que “la izquierda también gestiona la economía mejor que la derecha”.

Entre los nuevos objetivos destacan la generación de más empleos desde la dependencia o la cultura, una agencia de la innovación o el tránsito a un modelo más ecológico. Pero evitando conflictos frontales con los empresarios, como demuestra que la prometida ley para el sistema de depósito, devolución y retorno de envases, pase a ser en el nuevo documento una actualización del plan vigente. Iniciativas contra la violencia machista o una ley de renta garantizada mantendrán el acento social.

EL VERSO SUELTO DE PODEMOS

Montiel matizó que para su formación “sigue siendo un acuerdo de mínimos” y recordó que Podemos, que no está en el Gobierno autonómico, no renuncia “ser crítico cuando haga falta”. Pero ni eso ni el mestizaje entre el PSPV y Compromís en las consejerías han supuesto hasta ahora grandes problemas. “Somos más fuertes desde la diversidad”, insistió Puig.

Los principales motivos de conflicto han sido externos. Por ejemplo, algunos nombramientos o actitudes en la Diputació de Valencia, dirigida por el PSPV, que Oltra afeó públicamente. Eso sí, la vicepresidenta aún no se ha pronunciado sobre el fichaje de Francesc Romeu, número dos de los socialistas valencianos, por Ferrocarrils de la Generalitat. También generaron tensiones las frustradas negociaciones para formar en Madrid un Gobierno 'a la valenciana' y que el PSOE facilitara la investidura de Rajoy, Pero Oltra recordó que este acuerdo “es a prueba de bombas”.