La Guardia Civil ha desarticulado una organización perteneciente a un peligroso clan familiar dedicada a cometer robos en entidades bancarias. En la operación han sido detenidas cinco personas y ha concluido con la intervención de un arma corta, munición, varias armas blancas utilizadas en los asaltos y diversas prendas que servían a los asaltantes para cambiar su apariencia, como pelucas y gafas. Asimismo, se ha recuperado parte del botín sustraído en el último atraco realizado en Puente Viesgo (Cantabria).

La investigaciones se iniciaron a raíz de varios atracos cometidos en entidades bancarias de las localidades de Belorado (Burgos), donde los autores se apropiaron de una cantidad cercana a los 3.000 euros, Navarrete (La Rioja) y Puente Viesgo (Cantabria).

Fruto de las investigaciones, los agentes centraron sus sospechas sobre dos hermanos, residentes en Zaragoza, componentes de una organización muy activa desde la década de los años 80, por lo que fueron sometidos a intensos seguimientos y vigilancias. De las pesquisas practicadas se obtuvo que, tras el robo perpetrado en Navarrete, los supuestos autores consiguieron ocultarse en un piso con fuertes medidas de seguridad para no ser descubiertos.

Tras el atraco cometido en Puente Viesgo, al pensar que no habían sido detectados y al haber disminuido las medidas de seguridad, los agentes procedieron a la detención de los autores.

Peligroso clan de atracadores

La organización que disponía de gran movilidad geográfica tenía una alta actividad delictiva ya que habían ido adquiriendo una gran experiencia con los años de 'profesión', al ser su única fuente de ingresos, principal sustento y modo de vida diario. Solo cesaban de su actividad cuando eran privados de libertad.

Cabe destacar que esta organización estaba considerada como una peligrosa banda de atracadores ya que contaba con un amplio historial delictivo y varias muertes.