Las distintas posiciones de ERC y el PDECat sobre la posibilidad de mantener a toda costa el intento de investidura de Carles Puigdemont se pusieron de manifiesto este lunes, en Madrid, durante un debate organizado por el Colegio de Procuradores. La moderadora comenzó preguntando a los siete intervinientes, todos diputados del Congreso, cuál era su “propuesta de apaño” de la crisis territorial. Mientras el exconvergente Jordi Xuclà defendió la candidatura del ‘expresident’, por muy difícil que sea debido a los cargos que pesan sobre él y a que decidió trasladarse a Bélgica, el republicano Joan Tardà argumentó que la vuelta de Puigdemont al Palau de la Generalitat no era, en el fondo, tan importante, y que si se insistía demasiado en ella se corría el riesgo de que el independentismo perdiera la iniciativa.

Más allá de la presidencia de Puigdemont, dijo Tardà, “hay un bien superior que es conformar un gobierno independentista que levante el artículo 155 de la Constitución y permita continuar construyendo la República”. Los independentistas, continuó, se encuentran ahora en “la falda de la montaña”: todavía tienen muchas cosas por hacer para alcanzar su objetivo, pero han llegado más lejos de lo que imaginaban hace solo unos años. “Oigo hablar del fracaso del independentismo. Bendito fracaso. Éramos un 14% y ahora somos el 47%. Toca subir la montaña. Hay que descubrir cómo hacerlo, con quién”, explicó el dirigente de ERC. Y todo esto, a su juicio, se puede torcer si se mantiene contra viento y marea, sin atender a otros factores, la carta del ‘expresident’.

Xuclá no le contestó, o no directamente, pero a escasas horas del debate de investidura del Parlament, que tendrá lugar este martes, no ofreció ninguna posibilidad distinta a la de Puigdemont. “Hay una mayoría de diputados que han propuesto su investidura. No hay que prejuzgar. Hay que escuchar su discurso para saber cómo va a ser la legislatura”, explicó.

Los siete “apaños”

Fue un debate menos chillón que los que se suelen dar en el Congreso, con un tono más respetuoso y un auditorio (formado por procuradores, no por diputados) que se comportó con mayores dosis de educación. Pero el contenido no fue muy distinto. La imposibilidad de que las fuerzas políticas lleguen a un principio de acuerdo, al menos en este momento, quedó de nuevo patente. Junto a las de Tardà y Xuclà, hubo otras cinco “propuestas de apaño”.

Francisco Martínez, del PP: “Cualquier reforma constitucional requiere de amplísimo consenso y con todas las partes dispuestas a hacer renuncias. Yo no creo que esas circunstancias se den en estos momentos”.

Meritxell Batet, del PSC: “Cuando se inicia un diálogo se parte de posiciones muy distintas. Nadie llegó al proceso constitucional de 1978 con un acuerdo bajo el brazo. Por lo tanto, no me sirve el pretexto de que ese contexto no existe”.

Josep Vendrell, de En Comú Podem: “Hay un agotamiento tanto de la imposición autoritaria del Estado, que no tiene un plan para Catalunya, como de la vía unilateral, que es antidemocrática y ha fracasado”.

Mikel Legarda, del PNV: “Hay que salir de la excepcionalidad y volver a las instituciones”.

José Ignacio Prendes, de Ciudadanos: “Hay que combatir el independentismo”.