El mensaje de Carles Puigdemont a Pedro Sánchez para que pase de «las palabras a los hechos» y cumpla los acuerdos que le valieron los votos nacionalistas en la moción de censura a Mariano Rajoy encontraron rápida réplica en el PP. El nuevo líder del partido, Pablo Casado, advirtió en Córdoba de que no dudará en promover a través del Senado, donde el PP tiene mayoría, una nueva aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya «para frenar cualquier intento de sedición».

En su primera visita a Andalucía para arropar al dirigente del PP regional, Juan Manuel Moreno Bonilla, que podría ser el primero en enfrentarse a las urnas, Casado demostró que ya ejerce como líder del partido. Llegó a calificar de «indecente» que Sánchez se reuniera en la Moncloa con el president Quim Torra y avisó de que, «si el Gobierno de España sigue contemporizando y prestándose al chantaje de los secesionistas», no dudará en impulsar otro 155.

La próxima semana registrarán en el Congreso la proposición de ley, que ya anunció el jueves en Barcelona, para incorporar al Código Penal los delitos de sedición impropia y convocatoria ilegal de referéndums.

El líder del PP, que participó en la junta directiva del partido en Andalucía, demostró que está ya en clave preelectoral y que el PP «sale a ganar» las elecciones, tanto las andaluzas como las generales, ya que el PSOE, dijo, empieza a evidenciar su debilidad al «depender de unos socios que les están arrastrando a políticas sectarias». «Que convoquen cuando quieran, porque convoquen cuando convoquen vamos a ganar», aseveró entre aplausos de los suyos.

Desde el PP explican que la visita a Andalucía, que apostó públicamente por Sáenz de Santamaría, es el mejor ejemplo de que las primarias están cerradas. Sin embargo, ayer, el exministro del PP Íñigo de la Serna, que apoyó a la exvicepresidenta y rechazó un cargo que le ofreció Casado, anunció que deja la política después de dos décadas.