Pablo Casado reúne este sábado en el Palau de Congressos de Catalunya, en Barcelona, a la junta directiva nacional del Partido Popular, el máximo órgano entre congresos. Todos los dirigentes autonómicos, los miembros del comité ejecutivo, diputados y senadores, en total 462 personas están convocadas a una reunión en víspera de la Diada y en la que marcará las prioridades del curso político.

El Onze de Setembre se ha convertido en opinión de casado en una "festividad xenófoba" en la que "se insulta a los constitucionalistas" y se enarbolan símbolos de los que quieren "romper España". Así lo dijo el pasado 29 de agosto casi a la vez que Albert Rivera e Inés Arrimadas convocaran a la prensa a un paseo por las calles en Alella. Unos días más tarde, después de que una manifestación de Ciudadanos acabara con agresiones, Casado se desmarcó de la iniciativa planteada por los naranjas de quitar lazos amarillos y trató de rebajar la tensión. Habrá que ver qué tono adquiere su discurso de esta mañana en Barcelona, solo tres días antes de la Diada.

Casado ya organizó en Barcelona en julio la primera reunión del Comité Ejecutivo Nacional, la nueva cúpula surgida del congreso en el que se impuso a Soraya Sáenz de Santamaría. El presidente del PP deja claro de esta manera que la defensa de unidad de España es una prioridad para él y para su partido, en el que también quiere apoyarse en este asunto en las políticas catalanas que tiene cerca: la portavoz parlamentaria, Dolors Montserrat; la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy, y la diputada Alícia Sánchez-Camacho.

El PP tiene que cerrar todas sus candidaturas en las próximas semanas, buena parte de las cuales están de momento sin decidir, y tiene previsto celebrar además en diciembre una convención nacional en la que renovar y actualizar el ideario y discurso político.