El líder del PP, Pablo Casado, y el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, arroparon ayer al candidato a la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en Pontevedra, donde los populares hacen cada campaña electoral una demostración de fuerza llenando la arena de la plaza de toros. En esta ocasión, las medidas de seguridad frente al covid-19 impidieron reunir a multitudes, pero Feijóo recibió el espaldarazo de la cúpula de su partido que lo puso de ejemplo de «serenidad en tiempos difíciles». Frente a la oposición bronca que suele encarnar el PP nacional, el barón gallego representa el ala moderada y, en su presencia, Pablo Casado suavizó su discurso y elogió a Feijóo cuya victoria, según manifestó, servirá para «catapultar» a los populares en España.

Casado y Mariano Rajoy se unieron así para elogiar la gestión y la «experiencia» del candidato del PP gallego, en cuyo triunfo los populares confían para relanzarse en España. «Ha sido el mejor presidente de la historia de la Xunta», dijo Casado.

El presidente gallego aspira a lograr en las urnas una cuarta mayoría absoluta consecutiva con la que igualaría la marca de Manuel Fraga y reforzaría su peso en el partido. Pero la victoria de Feijóo también sería un espaldarazo para Casado. El líder del PP instó a trabajar para lograr esa cuarta victoria electoral de Feijóo en Galicia, que «catapulte» el éxito estatal del PP, una formación que se sitúe así como «alternativa de futuro de unidad para todo el pueblo español», lejos de «bloques» y de «confrontación», según el dirigente.

«PARTIDO DE ESTADO» / Para Casado, el PP es «un partido de Estado», es el partido «del milagro económico», según sus palabras, que «estuvo a la altura de las circunstancias» durante la pandemia. Y recriminó al PSOE que «confronte» y «tergiverse» los posicionamientos del PP. De hecho, quiso dejar claro que su partido está «apoyando a España en la UE». «Y cuando una persona se presenta a un puesto europeo de relevancia, el PP lo apoya», señaló.

Conciliador, Casado declaró que «un país de dos bandos no es una nación entera, sino un país hecho pedazos». Por esta razón, abogó por la «concordia constitucional», pero también «por la convivencia», sin «falsos mantras» y «sin rehuir de la responsabilidad de hacer oposición».

Y aprovechó la presencia en Galicia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que protagonizaba a la misma hora un mitin en Ourense, para sumarse a la petición de Feijóo y exigirle alternativas de futuro para «Ence, Alcoa y las conserveras» con instalaciones en concesiones marítimo-terrestres. El presidente del PP también ensalzó la gestión de Feijóo en la crisis del coronavirus y lamentó que, pese a ello, solo recibiese «zancadillas» del Gobierno.

Rajoy recibió la principal ovación en el acto. No dudó en afirmar que durante los gobiernos de Núñez Feijóo Galicia se convirtió «en una de las comunidades autónomas más dinámicas de España», mejorando sus resultados económicos en tasas de paro y afiliaciones a la Seguridad Social, en un escenario político donde «se defendió el orden constitucional democráticamente».

Con el estallido de la pandemia del coronavirus, añadió Rajoy, «se ha vuelto a dar una lección de serenidad y de hacer las cosas bien» en tiempos difíciles, un aplauso más a un político del que también elogió esa apuesta «por unir, y no por dividir», subrayó.