Pablo Casado anunciará hoy los nombres de las personas que integrarán la nueva cúpula del PP. El flamante presidente del partido lo hará en el comité ejecutivo nacional que ha convocado en Barcelona, la ciudad elegida para la primera reunión de los populares tras el fin del marianismo.

Soraya Sáenz de Santamaría, la derrotada en el congreso extraordinario, reclamó ayer sin éxito una representación en la dirección del PP «digna y proporcional» al 43% de apoyo que logró de los compromisarios. Tras mantener dos reuniones en el Congreso con Casado (de 45 minutos en total y separadas por la sesión plenaria), la exvicepresidenta le propuso «como método de trabajo» que un equipo mixto con representantes de ambas candidaturas quedaran para abordar la integración y «hablar tranquilamente» de cómo organizan «el futuro» del PP.

La respuesta de Casado no tardó en llegar. Apenas una hora después de las exigencias de Santamaría, el líder conservador habló ante la prensa para hacer, con tono diplomático, algunas puntualizaciones. Aceptó la propuesta de reunión de sus colaboradores, pero le recordó que él es el vencedor del congreso, en el que el partido «ha delimitado» que él es quien debe «liderar la construcción de equipos». «A partir de ahora no hay bandos ni equipos que tengan que negociar nada», avisó. Y se comprometió a demostrar esa «unidad e integración» respetando el resultado de los congresos provinciales y regionales y las candidaturas ya proclamadas «o previsibles» olvidando a quien haya apoyado.

Según Casado, la «integración», además, no es solo con Santamaría, sino también con María Dolores de Cospedal y con el resto de aspirantes a las primarias y así se verá, añadió, en la estructura que anunciará en Barcelona. Las quinielas colocan a la exministra Dolors Montserrat, que respaldó a Cospedal, en la secretaría general, cargo para el que también suenan la alcaldesa andaluza Esperanza Oña y el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda (una manera de integrar el apoyo discreto de Alberto Núñez Feijóo).

El máximo dirigente de los populares aceptó que representantes de las dos candidaturas se reunieran por la tarde, pero advirtió de que el tiempo acababa a medianoche. A esa cita acudieron el exjefe de gabinete de Moncloa José Luis Ayllón y la exministra Fátima Bañez, por parte de Santamaría, y el jefe de campaña, Teodoro García, y el exvicesecretario Javier Maroto, por parte de Casado.

En todo caso, el líder del PP ha guardado un puesto a Santamaría en su comité ejecutivo, donde también tendrá un hueco Cospedal si quiere. Ninguna de las dos ha confirmado nada aún aunque la exsecretaria general formará parte por ahora porque es presidenta del partido en Castilla-La Mancha.

Lo único que dejó claro la exvicepresidenta es que no tira la toalla al menos de momento. «Yo voy a seguir en política sin necesidad de puesto de por medio», declaró cuando se le preguntó sobre si iba a pedir algún cargo en concreto.