El presidente de PP, Pablo Casado, pidió ayer al Gobierno de Pedro Sánchez el apoyo «inequívoco» a las fuerzas de seguridad del Estado (FSE) para defender las fronteras españolas, «sea la valla de Melilla o sean las costas gaditanas».

«El corazón de España es Melilla, pese a quien le pese», confesó el líder del PP en un acto en esta localidad con afiliados y simpatizantes del PP en el que presentó al actual presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda, como candidato a las elecciones de mayo de este año.

Casado insistió en el apoyo a la policía y la Guardia Civil, que se «juega la vida por la libertad y la seguridad de los que intentan llegar al territorio comunitario», y exigió respaldo para aquellas comunidades en las que hay flujo migratorio porque los servicios sociales «no son ilimitados».

El presidente de los populares apeló a la «responsabilidad del Gobierno» para que vaya a Marruecos a proponer «cómo ser eficaz en el control de los flujos migratorios, que no es mucho pedir».

«Y que vaya también a Europa» a exigir una cooperación integrada «en la defensa de nuestras fronteras», señaló en una intervención en la que reprochó a Sánchez que apele al «monopolio de los buenos sentimientos».

«Una emigración regulada»

«Con la emigración no se puede jugar», reiteró Casado en territorio melillense, que pidió la vuelta a «una emigración regulada y vinculada al mercado de trabajo, y con integración social».

El líder del PP también se refirió a la cuestión comercial y se comprometió a que, si el PP gobierna el puerto de Melilla, será una «infraestructura estratégica para España», que pueda competir con los grandes puertos del Estrecho y del Mediterráneo.

«Os garantizo que, en cuanto volvamos al Gobierno de España, el puerto de Melilla volverá a ser un punto estratégico en política presupuestaria, en comunicaciones y en infraestructuras estratégicas», reivindicó.

Casado aludió, al mismo tiempo, en su discurso a la unidad territorial de España y señaló que, desde Melilla, se ve «con incomprensión» que en la Península se ponga en riesgo la igualdad de los españoles, «y eso lo estamos viendo en Cataluña y en el independentismo radical, egoísta, xenófobo, identitario e ilegal».

«Y es triste tener que decir que el control de mando del independentismo está instalado en el Palacio de la Moncloa», aseguró.

Aplicación «firme» del 155

El presidente del PP reivindicó de nuevo la aplicación del 155 en Cataluña «de forma urgente y firme, sin plazos y sin límites competenciales y se respete la ley».

Casado se preguntó cómo es posible que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no actúe en Cataluña y, por el contrario, diga que «estará muy pendiente de la formación de Gobierno en Andalucía y, si ve algo que no le gusta, intervendrá desde el Estado».

«Amenaza con el artículo 155 en Andalucía, que veían como su chiringuito, pero en Cataluña puede haber kale borroka, pero, como necesitan sus votos, no van hacer nada. Esto es lo que hay», puntualizó.

Por último, Casado advirtió también de que el independentismo «ya le ha cogido la medida a Sánchez» y criticó que el president de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, haya apelado, en su mensaje de Fin de Año, a la «algarada y al delito» y Moncloa les deje seguir su plan de ruptura con «absoluta y total impunidad».