El PP sigue sin concretar en qué piensa cuando habla de esa posible coalición electoral llamada España Suma, pero empieza a dar puntadas que llevan hilo. No dice si quiere aliarse con Ciudadanos y con Vox a la vez o con cada uno por separado, según la circunscripción. Y, ante ese vacío, el rechazo de los naranjas y de la ultraderecha es el esperable. Albert Rivera ha esculpido el eslogan España Suma y la corrupción resta y Santiago Abascal lo ve como una simple operación de propaganda.

Pero el presidente del PPy su equipo siguen alimentando su estrategia de refundir las derechas y han preparado un acto en el Congreso para este jueves con el que han logrado escocer a Rivera. Si Ciudadanos dio el salto a la política española en 2015 y creció gracias a la práctica desaparición de UPD, ahora el PP ha ido a buscar a una de sus fundadoras, Rosa Díez, para que participe en un acto titulado Españoles en defensa de lo común. Díez ya acompañó a la portavoz del grupo parlamentario del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, en su campaña de mayo, cuando se presentó como cabeza por Barcelona. Pero ahora aparecerá nada menos que junto a Casado en la Cámara baja, donde fue diputada con el PSOE (un partido en el que militó entre 1977 y 2007) y con UPD (entre 2008 y 2015).

CS Y EL ACTA DE NART

En la dirección de los populares esquivan las preguntas para concretar su España Suma y responden que, si hay elecciones, Casado presentará una oferta en firme. La única cuestión que quieren contestar es la que repitió el vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, en múltiples ocasiones tras el comité de dirección: ¿Queremos que gobierne Pedro Sánchez?.

En Cs les parece una perogrullada y están centrados en atajar la crisis interna y reclamar a Javier Nart, crítico que ha dejado el partido, que también abandone el acta de eurodiputado. Las derechas andan revueltas.